Los expertos alertan de la "criminalizaci¨®n" en los medios de las bandas latinas
Las bandas de j¨®venes latinos asentadas en Catalu?a atraen toda clase de acusaciones, muchas de ellas injustas. A esta situaci¨®n ha conducido el manique¨ªsmo catastrofista de los medios de comunicaci¨®n, seg¨²n los expertos sobre bandas juveniles que ayer se reunieron en Barcelona en una jornada organizada por el Centro de Estudios Jur¨ªdicos de la Generalitat y la Escuela de Polic¨ªa de Catalu?a.
La imagen que se proyecta de las bandas es "aterradora", a juicio del antrop¨®logo Carles Feixa, que se apoy¨® en ejemplos recientes: bast¨® que entre la veintena de detenidos por el asesinato de un joven en Berga hubiera dos latinoamericanos para que algunos medios hablaran de un crimen de bandas. Asociaciones de ideas tan poco elaboradas son las que, a su juicio, explican que en una encuesta reciente, el 78% de las respuestas sobre c¨®mo luchar contra las bandas fuera expulsar a sus miembros de Espa?a. "La percepci¨®n que queda es que cualquier joven latinoamericano es miembro de una banda, pero los datos policiales indican que s¨®lo lo son entre el 2% y el 4% de los 50.000 que viven en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona", asegur¨®.
El experto en bandas latinas de los Mossos d'Esquadra Llu¨ªs Paradell destac¨® que no son organizaciones criminales, aunque puedan participar c¨ªclicamente en actos violentos. "Recibimos muchas llamadas de vecinos que nos alertan de que en su calle se re¨²nen Latin Kings, y s¨®lo son j¨®venes latinoamericano con est¨¦tica hip hop".
Mito del retorno
A pesar del mito del retorno, la gran mayor¨ªa de los que est¨¢n y de los que llegar¨¢n se acabar¨¢n quedando, indic¨® Feixa, por lo que urge impedir que el recurso a la banda sea el ¨²nico contra el desarraigo. Feixa propuso influir en su educaci¨®n -la gran mayor¨ªa llega en su adolescencia-, reducir la econom¨ªa sumergida en la que muchos son explotados por carecer de papeles y recuperar la figura del educador social "de calle". Otro camino es el mundo asociativo vecinal, que sirvi¨® para integrar a las oleadas de inmigrantes del sur de Espa?a a mediados del siglo pasado. Sin embargo, los j¨®venes latinoamericanos alegan que estas asociaciones tienen un perfil m¨¢s adulto y que tienen dif¨ªcil la entrada.
Los expertos coincidieron en que si el fen¨®meno de las bandas ha crecido en Catalu?a es porque se han dado las condiciones propicias. De los 400 miembros que los mossos calculaban en diciembre se ha pasado a unos 800 en apenas seis meses. Sin embargo, Paradell cree que ya estar¨ªan cerca de su techo. "La situaci¨®n social en sus pa¨ªses de origen es mucho m¨¢s grave que la de aqu¨ª", record¨®.
Por ello, es muy dif¨ªcil que se extiendan mucho m¨¢s y, sobre todo, que copien la violencia extrema y habitual de las bandas en Latinoam¨¦rica.
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