El Supremo limita los s¨ªmbolos religiosos en las sedes oficiales de EE UU

En una decisi¨®n dividida, controvertida y no del todo resolutiva, los nueve jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos han limitado la presencia de cuadros o monumentos de contenido religioso en sedes judiciales o gubernamentales, pero lo permiten si la obra se presenta como una decoraci¨®n hist¨®rica, no religiosa. Los magistrados cerraron ayer la temporada judicial sin anunciar, como algunos esperaban, la jubilaci¨®n de alguno de ellos.

La posibilidad de que haya vacantes en el Tribunal Supremo se ha convertido en una especie de precampa?a electoral en Washington, con pol¨ªticos e instituciones agrupados en cuarteles de estrategia listos para inyectar enormes cantidades de dinero en la promoci¨®n o la destrucci¨®n de los posibles candidatos.

Si el presidente del Supremo, William Rehnquist, decide abandonar su cargo para luchar contra el c¨¢ncer de tiroides que padece, George W. Bush optar¨¢, por primera vez desde la presidencia de Ronald Reagan, a la primera nominaci¨®n de un magistrado del Supremo que el Partido Republicano tiene en sus manos. La batalla deber¨¢ pasar por un proceso de confirmaci¨®n en el que los dem¨®cratas tratar¨¢n de evitar un perfil excesivamente conservador.

Antes de su despedida estival, los jueces facilitaron un paquete de sentencias sumamente controvertidas.

Una de ellas trataba de zanjar el debate sobre la conveniencia de prohibir las simbolog¨ªas religiosas en sedes judiciales y gubernamentales para preservar la separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado. En dos sentencias, los magistrados trataron de establecer l¨ªmites y limitaciones.

En primer lugar, los jueces prohibieron la muestra de una r¨¦plica pict¨®rica de los Diez Mandamientos en dos tribunales de Kentucky porque viola la primera enmienda de la Constituci¨®n, que proh¨ªbe al Gobierno el apoyo a una religi¨®n por encima de otra. Por cinco votos contra cuatro, los jueces consideran que un cuadro de ese tipo en recintos p¨²blicos es inconstitucional.

Semejante decisi¨®n es parad¨®jica si proviene de un tribunal en cuyo edificio existe un friso que representa tambi¨¦n la leyenda de los Diez Mandamientos. Por eso los jueces aclararon en la sentencia que las representaciones religiosas son aceptables si se muestran "en un contexto hist¨®rico". De hecho, los cuadros en los tribunales de Kentucky pueden ser ahora legales, porque los responsables de esas sedes los han insertado en una exposici¨®n m¨¢s amplia que los muestra como parte de la historia legal y judicial de EE UU.

En ese sentido ha de interpretarse la segunda sentencia de la jornada, complemento aclaratorio en un caso similar. De nuevo por cinco votos contra cuatro, el Supremo estableci¨® que un monumento de granito que representa las Tablas de la Ley puede permanecer en el exterior de una sede judicial en Tejas.

Aunque la opini¨®n de la mayor¨ªa establece que el monumento es "uno m¨¢s" en la herencia cultural de este pa¨ªs, uno de los jueces contrarios a la decisi¨®n, John Paul Stevens, quiso incorporar a la sentencia su argumentaci¨®n en contra: "El monumento no es una obra de arte y no refleja ning¨²n acontecimiento en la historia de ese Estado. El mensaje que transmite el Estado de Tejas al mostrar esa obra es muy simple: este Estado apoya el c¨®digo divino del Dios judeo-cristiano".

Otras dos decisiones proporcionaron tambi¨¦n un amplio espacio para el debate. Los jueces determinaron que las redes que facilitan el intercambio de archivos inform¨¢ticos por el sistema P2P son responsables subsidiarias por el da?o que provoca el tr¨¢fico ilegal de contenidos, incluidos m¨²sica, pel¨ªculas o programas.