La teor¨ªa de la conspiraci¨®n se mantiene viva

Era Eduardo Zaplana ministro portavoz del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar durante los tr¨¢gicos hechos del 11-M. Entonces, en aquellos d¨ªas, ¨¦l lo sab¨ªa todo y no ten¨ªa ninguna duda. Llamaba a los medios de comunicaci¨®n, especialmente la televisi¨®n, y ofrec¨ªa sus declaraciones. El mismo Zaplana no sabe, ahora, nada de nada. De la convicci¨®n m¨¢s absoluta de que ETA hab¨ªa provocado la matanza, Zaplana es un oc¨¦ano de dudas.

"No se sabe tampoco qui¨¦n program¨® la fecha y dise?¨® el atentado. No sabemos cu¨¢ndo ni por qu¨¦ ni qui¨¦n decidi¨® elegir como fecha una cercana a la v¨ªspera de las elecciones generales", dijo ayer, representando el papel de un fiscal de pel¨ªcula, muy a la americana, dirigi¨¦ndose al jurado. "No conocemos el alcance real de las relaciones entre los islamistas, ETA, y los asturianos [Antonio] Toro y [Emilio Su¨¢rez] Trashorras. No hemos averiguado las implicaciones y conexiones de la trama que facilit¨® los explosivos a los terroristas del 11-M...".

El fiscal Zaplana continu¨® y puso el dedo en la llaga: "No se sabe por qu¨¦ determinados miembros de las fuerzas de seguridad no fueron capaces de impedir que los explosivos llegaran a manos de los terroristas".

Si uno se toma en serio el razonamiento surge la inevitable pregunta: ?Qu¨¦ explicaci¨®n dan Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ?ngel Acebes e Ignacio Astarloa? La respuesta se puede imaginar sin esfuerzo. Es la que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar le dio a Federico Trillo cuando ¨¦ste le present¨® su dimisi¨®n tras el funeral de las v¨ªctimas del Yak-42. "T¨² no tienes responsabilidad de nada", le tranquiliz¨®, a creer a Trillo.

?lvaro Cuesta explic¨® ayer que los fallos de la pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar est¨¢n descritos en el dictamen del... Partido Popular. En ¨¦l se denuncia que no se llevaba un control m¨¢s riguroso de las minas y que hubiera problemas de coordinaci¨®n con la Guardia Civil de Asturias.

Autocr¨ªtica o anzuelo

Pero esto, que podr¨ªa parecer un ejercicio honesto de autocr¨ªtica, es un anzuelo para introducir la pregunta que formula el dictamen popular y que alberga la teor¨ªa de la conspiraci¨®n del PP: "?Se quiso deliberadamente no hacer nada?".

Despu¨¦s de semejante duda, el PP se desdobla, como quien no quiere la cosa, y se justifica disfraz¨¢ndose como la opini¨®n p¨²blica. Seg¨²n el PP, la existencia de tan grandes zonas oscuras contribuye a que puedan gestarse m¨²ltiples teor¨ªas sobre la posibilidad de una infame conspiraci¨®n exterior o interior contra el sistema democr¨¢tico espa?ol.

Cuesta record¨® que en su dictamen, el PP sostiene que se ha "especulado" con la posibilidad de que los siete terroristas muertos en la acci¨®n de Legan¨¦s, el 3 de abril de 2004, no hubieran tenido ninguna intenci¨®n de suicidarse. "Dudan hasta del suicidio ocurrido en Legan¨¦s, por cierto, en una operaci¨®n policial que tuvo lugar cuando todav¨ªa eran Gobierno en funciones", dijo.