Final agridulce

El Congreso de los Diputados cerr¨® ayer los trabajos de la comisi¨®n de investigaci¨®n del 11-M con un final agridulce, de conclusiones de m¨ªnimos, como no pod¨ªa ser de otro modo, pero que no resta m¨¦rito a lo acordado. Es positivo que al menos haya habido un consenso en reforzar las medidas de seguridad y la ayuda a las v¨ªctimas, porque ¨¦sos han sido precisamente los dos grandes agujeros negros que se han evidenciado en m¨¢s de un a?o de trabajo.

Termin¨® con los bramidos del jefe del grupo parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, hablando de atropellos y de intentos del PSOE y de sus socios de silenciar al principal partido de la oposici¨®n y a los medios que, seg¨²n ¨¦l, representan la prensa libre para impedir que se sepa la verdad sobre el atentado de Madrid. El portavoz del PP se ha convertido en un agitador de esl¨®ganes que en nada contribuye a descrispar el clima pol¨ªtico y serenar el discurso de su l¨ªder, Mariano Rajoy. Es demag¨®gico afirmar, como hizo Zaplana, que la comisi¨®n se cierra en falso, que se haya querido torpedear la b¨²squeda de la verdad y que las pocas certezas que ha habido sean gracias a su partido. El PP se ha equivocado hasta la n¨¢usea en la funci¨®n que esta comisi¨®n parlamentaria deb¨ªa desempe?ar. Quiso convertirla en un tribunal que deb¨ªa seguir trabajando sin plazo alguno como si no existiera una investigaci¨®n judicial y policial que est¨¢ reportando frutos. Y la utiliz¨® como ventilador desde donde extender la nube t¨®xica de las versiones delirantes del 11-M inventadas por esos medios tan libres que les apoyan.

Era l¨®gico que la propia filosof¨ªa con la que se cre¨® e incluso su proximidad con los hechos imposibilitara la unanimidad en las conclusiones. Nadie pod¨ªa pensar sensatamente que el PP se sumar¨ªa a la censura del gobierno de Aznar. Y todo ello pese a que el PSOE logr¨® persuadir a los dem¨¢s grupos para rebajar el tono del documento final. Las conclusiones pol¨ªticas, aprobadas por todos excepto los populares, indican que el anterior Ejecutivo "infravalor¨®" la amenaza islamista y que "manipul¨® y tergivers¨®" la investigaci¨®n por intereses electorales. Hacer reprobaciones individuales contra Aznar y los ex ministros Acebes, Zaplana y Palacio, como quer¨ªan IU y Esquerra Republicana, no hubiese conducido a nada m¨¢s que a desviar la certeza de que la responsabilidad recay¨® exclusivamente en los terroristas.