Vizcaya abre su primer campo p¨²blico de golf en una zona de antiguas minas
Ballesteros, dise?ador del recinto, dice que atraer¨¢ m¨¢s turismo
Vizcaya dispone desde hoy de su primer campo de golf p¨²blico, asentado sobre las antiguas minas de hierro de La Arboleda, a 17 kil¨®metros de Bilbao. El golfista Severiano Ballesteros, dise?ador de un recinto que ocupa 100 hect¨¢reas, inaugur¨® ayer Meaztegi Golf, que ha requerido una inversi¨®n de la Diputaci¨®n de 19 millones. Por una media de seis euros diarios, un aficionado novato puede realizar sus primeras pr¨¢cticas.
Meaztegi Golf se une al hasta ahora ¨²nico campo p¨²blico en Euskadi: el complejo Izki, ubicado en el centro de ?lava, en funcionamiento desde 1993. La instalaci¨®n situada en la cima del alto de La Arboleda (en la comarca vizca¨ªna de la Zona Minera) ha tenido que superar m¨²ltiples obst¨¢culos, como la larga duraci¨®n de las obras (dos a?os y medio en vez del a?o y medio previsto) y el aumento en un 45% del presupuesto (19 millones de euros frente a los 13,5 fijados). Los problemas han llevado a la Diputaci¨®n vizca¨ªna, la promotora del proyecto, a adoptar la decisi¨®n inusual de multar a la empresa constructora con m¨¢s de 600.000 euros debido a los retrasos, achacados tambi¨¦n a la elevada contaminaci¨®n de los suelos, los problemas de cimentaci¨®n de la casa club o la dureza de la roca caliza hallada.
"Se ve bonito pero ha costado mucho", dijo ayer, en el acto de inauguraci¨®n, Severiano Ballesteros, quien calific¨® el proyecto como un "gran acierto" de la Diputaci¨®n vizca¨ªna. "El golf no s¨®lo es deporte, sino tambi¨¦n industria. Va a generar puestos de trabajo y va a traer mucho turismo", pronostic¨®.
Ballesteros deleit¨® a los asistentes al acto inaugural con cuatro golpes de swing de los m¨¢s variados estilos -uno por debajo de una pierna- y alab¨® la calidad del recinto, ejecutado con "la ¨²ltima tecnolog¨ªa punta". Meaztegi Golf, con 104 hect¨¢reas y de ellas 64 destinadas a zonas de juego, ofrece tres campos diferentes: uno de 18 hoyos de casi 6,5 kil¨®metros de longitud y un par 72; otro de nueve hoyos que supera el kil¨®metro y un campo de pr¨¢cticas con 63 puestos de tiro de una longitud de 310 metros. Sobre esta ¨²ltima instalaci¨®n, asegur¨® que es "lo que mejor que he visto" y revel¨® que permite jugar a 85 aficionados noveles al mismo tiempo.
El recinto, que ofrece una vista espectacular del Puerto de Bilbao y el ¨¢rea del Abra, dispone de cuatro lagos, tres de ellos artificiales, durante el recorrido. El hoyo 12, de 534 metros de longitud, aparece como el m¨¢s complicado. "Es un d¨ªa especial para m¨ª porque siempre he luchado por los campos p¨²blicos y ¨¦ste es de primer¨ªsima categor¨ªa. Va a ser una referencia para que haya m¨¢s campos en la zona norte".
600 euros de abono
El diputado general de Vizcaya, Jos¨¦ Luis Bilbao, destac¨® que la nueva actividad se asienta en una zona donde hubo "mucho trabajo y sudor" y enfatiz¨® la calidad del primer campo p¨²blico en el territorio. Asegur¨® que tendr¨¢ el mismo funcionamiento que un polideportivo municipal, "donde pagas una cuota y luego algo m¨¢s por utilizar una cancha de p¨¢del o el gimnasio".
Meaztegi Golf ha fijado el abono anual en 600 euros para los vizca¨ªnos -900 para los no empadronados en el territorio-, aunque este a?o ser¨¢ la mitad al estar disponible desde hoy. A ello se une una cantidad de entre 2,50 y 4 euros por el uso diario del campo. Para los no abonados, la utilizaci¨®n por d¨ªa oscila entre los 22 y 45 euros, seg¨²n el campo utilizado. Los novatos deben pagar alrededor de dos euros, sin contar el alquiler de bolas y palos. "Por cerca de seis euros los noveles pueden estar jugando", apunt¨® Ion Sojo, director de Meaztegi Golf.
Hasta ahora, se han registrado casi 1.900 abonos, pertenecientes a m¨¢s de 2.600 personas. La intenci¨®n es aceptar hasta 3.000 abonos, aunque la cifra es flexible. La explotaci¨®n del campo correr¨¢ a cargo, durante los dos primeros a?os, de la empresa constructora, que abonar¨¢ a la Diputaci¨®n un canon anual de 70.000 euros y un 5% de los ingresos. Tras ese periodo, la instituci¨®n foral decidir¨¢ la forma de gesti¨®n del campo.
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