El abandono de los pueblos

Al cruzar la soleada meseta en busca del descanso vacacional, los carteles nos indican pueblos de nombres evocadores. Si te desv¨ªas a conocer alguno de estos enclaves, te das cuenta del tremendo abandono en que se encuentran muchos de ellos. Hay infinidad de pueblos que ya no tienen ni siquiera un bar. Y que un pueblo espa?ol no tenga bar... ?ya es grave! La realidad es que muchos pueblos son como urbanizaciones donde sus naturales acuden a veranear.

La soledad de estos pueblos me recuerda a la soledad de muchos ancianos que pasean por la gran ciudad echando de menos su pueblo natal a cada momento. Ellos desear¨ªan vivir all¨ª donde crecieron, donde aprendieron a vivir y a so?ar, pero ?c¨®mo vivir en un lugar donde no hay unos m¨ªnimos servicios p¨²blicos y asistenciales? Si se organizase una buena red de asistencia sanitaria, una buen servicio de ambulancias, unos transportes p¨²blicos suficientes, unas dotaciones asistenciales b¨¢sicas, tal vez muchos jubilados podr¨ªan realizar el sue?o de vivir en su pueblo.

Pero no s¨®lo los m¨¢s mayores. Tambi¨¦n muchos j¨®venes que realizan nuevas profesiones (inform¨¢tica, comunicacci¨®n, dise?o, etc.) podr¨ªan trabajar en los pueblos con la ayuda de su ordenador. La ciudad no estar¨ªa tan masificada y los pueblos volver¨ªan a tener vida, esa vida que nunca debieron perder.