'Aloha' a Waikiki

En su juventud, el escritor gaditano pasaba los veranos en California, t¨ªtulo por cierto de su ¨²ltima novela, editada por Tusquets, y que se inspira en su propia experiencia. En 1977, un amigo le hizo una agradable invitaci¨®n: pasar dos semanas en Hawai.

Mmm... Hawai. ?Es tan bonito como suena?

Entonces era un lugar m¨¢s m¨ªtico que ahora, que viaja todo el mundo. Iban poqu¨ªsimos turistas, la mayor¨ªa ricachones. Pero s¨ª era un lugar paradis¨ªaco, con un encanto natural que no se lo quita nadie. Es un fest¨ªn para la vista, tanto por la vegetaci¨®n tropical como por la gente.

?Se someti¨® al ritual t¨ªpico de bienvenida?

Por supuesto. En el aeropuerto, una guapa hawaiana me puso una guirnalda de flores y dijo aloha (bienvenido) mil veces.

?Cu¨¢l fue su campamento base?

Nos quedamos en la playa de Waikiki, en Honolul¨², en uno de esos hoteles aparatosos con vistas al volc¨¢n Diamond Head. Fueron unas vacaciones de sol, playa, rock and roll, paseos...

Algo m¨¢s ver¨ªan.

Hicimos una excursi¨®n a Pearl Harbour, un viaje en barco en el que me mare¨¦, en medio del oc¨¦ano, sobre el lugar donde est¨¢n los buques hundidos. Tambi¨¦n fuimos a Polynesian Village, una especie de parque tem¨¢tico sobre la historia de las islas, su cultura y tradiciones. Entonces lo deb¨ªan regentar mormones porque s¨®lo vend¨ªan agua y zumos.