Errores inexplicables
Hay errores pol¨ªticos que no se entienden. Son tan obvios, que resulta incomprensible que la direcci¨®n del partido que los comete no los haya evitado.
En esta semana hemos tenido algunos ejemplos. El m¨¢s sonado ha sido la comparecencia a petici¨®n propia del exministro de Defensa, Federico Trillo, ante la comisi¨®n del Congreso de los Diputados que iba a examinar la propuesta de su reprobaci¨®n. ?C¨®mo es posible que la direcci¨®n del PP no impidiera dicha comparecencia? ?Es que pod¨ªa tener alguien la menor duda de cu¨¢l iba a ser la l¨ªnea de defensa de Federico Trillo? ?A nadie se le ocurri¨® pensar que la intervenci¨®n del ex ministro pod¨ªa provocar un incidente con el alto mando militar y alejar al PP de otro sector m¨¢s de la sociedad espa?ola, acentuando de esta manera todav¨ªa m¨¢s su extraordinaria soledad? ?No ten¨ªan bastante con la antipat¨ªa de los homosexuales para granjearse tambi¨¦n la de los militares? La comparecencia de Federico Trillo ¨²nicamente pod¨ªa hacer da?o a la imagen del PP. Ning¨²n beneficio pod¨ªa derivarse de la misma. ?Por qu¨¦ no se intervino para evitarla? ?No hay nadie con autoridad en el PP para tomar una decisi¨®n en este sentido e imponerla?
"La alternativa de Gobierno del PP andaluz nace, pues, fuera de los cauces parlamentarios andaluces"
Pero el error de m¨¢s calado y de m¨¢s dif¨ªcil comprensi¨®n es el que ha cometido el PP en Andaluc¨ªa con la presentaci¨®n en sociedad del "convenio de colaboraci¨®n" entre la Fundaci¨®n para el An¨¢lisis y los Estudios Sociales (FAES), presidida por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y la plataforma "Andaluces por el cambio", que ha creado Javier Arenas para disputar la mayor¨ªa al PSOE, en la misma semana en que se ha celebrado el Debate sobre el Estado de la Comunidad en el Parlamento de Andaluc¨ªa. El error "Trillo" puede ser explicado por sus dif¨ªciles circunstancias personales, pero el error "andaluz" no puede ser explicado de manera alguna.
Los resultados de las elecciones auton¨®micas del 14 M han dejado al PP en una posici¨®n pol¨ªtica y parlamentaria muy dif¨ªcil en esta legislatura. No solamente no dispone de minor¨ªa de bloqueo para todos aquellos asuntos en los que es precisa una mayor¨ªa cualificada, como ocurre singularmente con la reforma del estatuto de autonom¨ªa, sino que adem¨¢s sus m¨¢ximos dirigentes, Javier Arenas y Juan Antonio Zoido, no son parlamentarios y, en consecuencia, est¨¢n excluidos del debate institucionalizado. Esta posici¨®n no es corregible. No hay nada que la direcci¨®n del PP en Andaluc¨ªa pueda hacer para cambiarla.
Pero, justamente por eso, la direcci¨®n del PP deber¨ªa hacer todo lo posible para que tal posici¨®n no resulte todav¨ªa m¨¢s visible. El PP no puede intentar competir con el Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa en la semana parlamentaria grande del a?o con un acto de partido extraparlamentario. Presentar en sociedad la alternativa al gobierno andaluz fuera del Parlamento inmediatamente despu¨¦s de la celebraci¨®n del Debate sobre el Estado de la Comunidad, ¨²nicamente sirve para que la irrelevancia parlamentaria del PP quede m¨¢s en evidencia.
Si a esto se a?ade que a quien se solicita ayuda para construir esa alternativa es a un ex presidente del Gobierno, que ya no es parlamentario y que est¨¢, por tanto, fuera del debate institucionalizado en el Estado, la torpeza es todav¨ªa mayor. Se da toda la impresi¨®n de que el PP andaluz ha llegado a la conclusi¨®n de que no puede transitar por los cauces normales por los que discurre la vida en todos los sistemas parlamentarios dignos de tal nombre y que tiene que "asaltar" el poder desde el exterior, al margen del Parlamento. En ning¨²n pa¨ªs normalizado democr¨¢ticamente se ha puesto nunca en pr¨¢ctica una estrategia de este tipo. En Venezuela s¨ª. Tanto por parte de Hugo Chaves antes de llegar al poder, como por la oposici¨®n a Hugo Chaves despu¨¦s. Pero en los pa¨ªses democr¨¢ticos es a trav¨¦s de los canales institucionalizados como se hace pol¨ªtica y se construyen las alternativas de gobierno. El Parlamento no puede ser marginado en la construcci¨®n de la alternativa.
Cuesta trabajo pensar que el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, haya podido dar su consentimiento a la estrategia que han puesto en marcha conjuntamente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Javier Arenas, porque debilita enormemente su autoridad. No creo que a nadie se le oculte que en el acto del viernes se convirti¨® a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en punto de referencia en la construcci¨®n de la alternativa de gobierno del PP en Andaluc¨ªa. Tras el resultado electoral de Galicia y las previsibles dificultades que Mariano Rajoy va a tener en su comunidad de origen, lo que le faltaba es que la presencia de Aznar se acent¨²e en una comunidad tan decisiva como es Andaluc¨ªa.
La alternativa de Gobierno del PP andaluz nace, pues, fuera de los cauces parlamentarios andaluces y fuera de los cauces regulares del partido. Esto no es f¨¢cil de entender. Y todav¨ªa menos que lo haga de la mano de un personaje tan mal valorado por los ciudadanos andaluces, como es Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
El disparate es tan monumental, que no hay m¨¢s remedio que preguntarse por el equilibrio mental de los dirigentes del PP. De los andaluces, en primer lugar, que parecen haber perdido el norte de manera si no irreversible, s¨ª dif¨ªcilmente recuperable. Y de los nacionales, despu¨¦s, que est¨¢n consintiendo que en Andaluc¨ªa se ponga en pr¨¢ctica una estrategia extraparlamentaria, m¨¢s propia de partidos marginales que de un partido que se considera a s¨ª mismo como partido de gobierno.
Estamos entrando en el segundo a?o de la legislatura, pero el tiempo pasa r¨¢pido. En pol¨ªtica todav¨ªa m¨¢s. La desorientaci¨®n de la que han hecho gala las direcciones nacionales y andaluzas del PP no presagia nada bueno.
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