Dif¨ªcil examen para Mari Paz

Ciertamente, fue un examen dif¨ªcil el toro de la confirmaci¨®n de alternativa de Mari Paz Vega. Hab¨ªa preparado esta rev¨¢lida durante ocho a?os, y se la ve con soltura en el ruedo, pero le toc¨® el hueso de la asignatura y esa lecci¨®n la llevaba cogida con alfileres.

Era un toraco de 650 kilos -Cantinillo, de nombre- con cuajo, muy serio, que derrib¨® con estr¨¦pito al caballo, pero descastado, de muy corto recorrido y con un peligro sordo que aument¨® en el curso de la lidia. Se fren¨® en los capotazos de salida, lo castig¨® con severidad el picador, y Vega, que dej¨® el primer tercio en manos de su subalterno El Boni, brind¨® a la concurrencia y aguant¨® como pudo los primeros trallazos de su oponente. El toro la med¨ªa en cada cite, sin recorrido ni fijeza, con la cabeza por las nubes, y la torera no se luci¨®, aunque tampoco le perdi¨® la cara. Mejor¨® el animal por el pit¨®n izquierdo, y ah¨ª le falt¨® a Vega la disposici¨®n necesaria para jugarse el tipo. Aprobado justo, por los pelos, m¨¢s por las muchas dificultades del toro que por la decisi¨®n de la torera, algo menguada ante la complicada asignatura.

M¨¢s complicado, si cabe, fue el sexto, que manse¨® en el caballo y con el que El Boni se luci¨® en banderillas. Parado lleg¨® a la muleta, con la embestida muy descompuesta, la cara alta y sin fijeza alguna. Demostr¨® Mari Paz que no es torera de pelea. Quiso torearlo despegada y fuera de sitio y los arreones del toro se lo impidieron. Quiso dar derechazos a un toro que no lo permit¨ªa y su labor result¨® insulsa y muy destemplada. No particip¨® la torera en quites en toda la tarde y se le vio, al final, con una muy justa decisi¨®n. El examen fue muy dif¨ªcil, pero quiz¨¢s debiera volver en septiembre para aprobar una asignatura que se le ha atragantado. Debe demostrar m¨¢s confianza y conocimiento si aspira a ser figura.

No es la confianza una virtud que adorne a David Luguillano. Tiene maneras y gusto en el manejo de los enga?os, pero le falta el coraz¨®n necesario para quedarse quieto cuando la ocasi¨®n lo merece. Sus toros no fueron de triunfo, pero dif¨ªcilmente puede triunfar un torero a la defensiva. As¨ª las cosas, alg¨²n natural le rob¨® a su primero, en el que El Chano se luci¨® en dos buenos pares de banderillas, y nada pudo hacer ante el inv¨¢lido cuarto.

Imposible fue el primero de Curro D¨ªaz por su invalidez y falta de casta. Es ¨¦ste un torero fino y elegante, pero lo que no puede ser es imposible. Violencia desarroll¨® el quinto, que derrib¨® al picador Juan S¨¢nchez y le produjo una contusi¨®n en la espalda. D¨ªaz no le cogi¨® el aire ni la distancia, se dej¨® enganchar siempre la muleta y desvaneci¨® toda esperanza de triunfo.