Joseba Markaida, el ¨²ltimo "cargo espa?ol" atacado por la 'kale borroka'

Joseba Markaida ha usado muchas veces la manguera de su caser¨ªo en Getxo para apagar los c¨®cteles m¨®lotov de los radicales. La ¨²ltima, la misma noche en que ETA hizo p¨²blico su particular indulto parcial a los "cargos electos espa?oles". Pero, una vez m¨¢s, como ya pas¨® durante la tregua de 1998, no parece haber descanso para los adictos a la kale borroka. Sus penetrantes ojos azules llevan la huella del marino que fue. A los 51 a?os, tras haber surcado muchos mares, este t¨¦cnico para Salvamento Mar¨ªtimo y concejal socialista de Berango tiene claro que "b¨¢sicamente, nada ha cambiado" desde el comunicado de ETA.

"Durante a?os he recibido llamadas de un mont¨®n de compa?eros para que que me vaya, pero tengo dos hijos que est¨¢n a gusto aqu¨ª y mi mujer no se quiere ir. Es algo que decidimos todos. Ni me he cambiado de casa, ni me he ido a Cantabria, ni he desistido. Es insistencialismo puro", reconoce. Pese al anuncio de ETA, este antiguo militante de Euskadiko Ezkerra sigue sin poder darse su viejo ba?o matutino en la playa de Aitzgorri, ir al front¨®n, puro en mano, con "mis amigos de la pala", o pasear con los perros.

Markaida ha sufrido muy directamente durante muchos a?os los efectos del odio incubado cerca de su casa y, aunque no oculta su admiraci¨®n pol¨ªtica por Zapatero ("ha pasado de la ret¨®rica a la acci¨®n y est¨¢ en racha"), cree que el final de ETA no vendr¨¢ ni de la resoluci¨®n del Congreso, ni de la generosidad. "Son ellos los que deben neutralizar a su gente", dice refiri¨¦ndose al mundo de Batasuna, porque "el vasco es terco, lo mismo para dar sangre que para quitarla". Mientras, dibuja la muga entre nacionalistas y socialistas: "Ellos, ser para decidir; nosotros, ser para convencer".