La lista de la verg¨¹enza
Las principales ciudades estadounidenses combaten la prostituci¨®n humillando p¨²blicamente a los clientes del sexo de pago
En las principales ciudades de Estados Unidos se est¨¢ recurriendo a dr¨¢sticas medidas para reducir la demanda de prostitutas en sus barrios. La polic¨ªa de Chicago, por ejemplo, coloca las fotos de los clientes en Internet, para humillarlos ante sus familiares, amigos y empleados. En Los ?ngeles ya lo hacen desde hace dos a?os y requisan directamente los veh¨ªculos de los usuarios del sexo de pago, conocidos vulgarmente como los johns.
Oakland y Stockton, en California, fueron pioneras en las medidas represivas contra los solicitantes de prostitutas, con programas que se remontan al a?o 1998 y que ahora se conocen en todo el pa¨ªs como las "campa?as de la verg¨¹enza". Primero, empezaron deshonrando a los clientes ante sus vecinos: colocaban carteles por la ciudad con sus fotograf¨ªas, incluso en las paradas de autob¨²s. De ah¨ª, la polic¨ªa local pas¨® a requisar los veh¨ªculos utilizados para la prostituci¨®n.
En Los ?ngeles "si conduces en busca de prostitutas, te puedes quedar sin coche"
Los ?ngeles tom¨® prestada la idea y desde febrero de 2003 aplica una orden municipal que autoriza a las fuerzas del orden (LAPD) a hacerse con los veh¨ªculos que utilizan los clientes de las prostitutas. "El mensaje es muy simple: si conduces en la ciudad buscando el servicio de las prostitutas, te puedes quedar sin coche", advierte la LAPD, que justifica la medida como respuesta a las quejas de los residentes por el ruido que los veh¨ªculos.
La mera intenci¨®n de proporcionarse servicios sexuales en la calle, una actividad considerada ilegal, tambi¨¦n se castiga en California. Las autoridades locales de Oakland no hacen distingos: "Si llegas con un Porsche tendr¨¢s que volver a casa en un autob¨²s p¨²blico", remachan, mientras insisten en que la prostituci¨®n est¨¢n acabando con el negocio leg¨ªtimo de muchos barrios. Los propietarios de las tiendas se comprometen a colocar c¨¢maras para recabar evidencias.
A estas dr¨¢sticas medidas se sum¨® a finales de junio la ciudad de Chicago. La polic¨ªa local sigue la misma pauta que la marcada por sus colegas californianos y recurren a Internet para colocar las fotos de los johns. En Denver tambi¨¦n se hace algo similar. El jefe de la polic¨ªa de Chicago, Phil Cline, y el alcalde de la ciudad, Richard Daley, esperan que la "humillaci¨®n p¨²blica reduzca la demanda". "Lo que queremos decirle a los que ponen los pies en Chicago es que si vienen a solicitar el servicio de una prostituta, le detendremos y el p¨²blico lo sabr¨¢", explica Daley. "Sus mujeres, sus hijos, sus amigos, sus empleados, todos lo sabr¨¢n porque a nadie tengo que recordarle lo r¨¢pido que fluye la informaci¨®n por Internet". Adem¨¢s, la polic¨ªa est¨¢ informando de que habr¨¢ multas de varios miles de d¨®lares.
El pr¨®ximo paso ser¨¢ trasmitir los datos de las personas que llegan de fuera a las comisar¨ªas de sus ciudades de origen, para que los fichen. La polic¨ªa de Chicago arrest¨® el a?o pasado a 3.204 prostitutas y 950 clientes, adem¨¢s de requisar 862 veh¨ªculos en los que se consum¨® el servicio sexual. "Se empieza con la premisa de que la prostituci¨®n no es un crimen y lo es", se?ala Daley, que insiste que las v¨ªctimas de la prostituci¨®n "son las prostitutas".
En paralelo a estas medidas, las fuerzas del orden est¨¢n reforzando las acciones policiales contra las mafias y organizaciones criminales que trafican con mujeres j¨®venes para prostituirlas. La polic¨ªa calcula que en Chicago hay entre 16.000 y 25.000 prostitutas, atrapadas por la violencia, las drogas y que sufren las palizas de sus clientes. Los vecinos siguen lamentando la lenta reacci¨®n de la polic¨ªa y piden que redoblen sus esfuerzos para solucionar el problema.
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