El consenso y la igualdad
Dicen quienes se oponen a la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo que el Gobierno no los escucha ni los atiende. Comparan, incluso, la perseverancia de Zapatero en defensa de la igualdad para lesbianas, gays y bisexuales con la que mostrara en su d¨ªa el Gobierno de Aznar respecto a la participaci¨®n espa?ola en una guerra ilegal.
Quiz¨¢ deber¨ªa alguien recordarles, para empezar, que la manifestaci¨®n convocada por el Foro de la Familia el pasado 18 de junio pudo ser ciertamente masiva, pero que su posici¨®n contraria al matrimonio homosexual contin¨²a siendo minoritaria en el conjunto de la sociedad espa?ola, tal y como lo certifican todas las encuestas realizadas.
Quienes se oponen a la reforma insisten, a pesar de todo, en que debi¨® ser debatida m¨¢s hondamente y sometida despu¨¦s a refer¨¦ndum -o, cuanto menos, a negociaci¨®n-. Nada podr¨ªa objetarse en contra de un debate m¨¢s riguroso, salvo que quienes lo exigen son justamente quienes no est¨¢n dispuestos a emprenderlo, de la misma manera que no lo estuvieron mientras gobernaron. Su inter¨¦s no es otro que dilatarlo hasta el infinito.
Respecto a la idea del refer¨¦ndum o la negociaci¨®n, las objeciones son m¨¢s serias. Pretender que la igualdad de un colectivo discriminado sea sometida a plebiscito o a acuerdo, con el ¨²nico fin de no "herir susceptibilidades", suena a broma de mal gusto en un verdadero sistema democr¨¢tico. Lo que opine un amplio sector de la poblaci¨®n, incluso si dicha opini¨®n fuera compartida por una mayor¨ªa social, deber¨ªa aparecer aqu¨ª como irrelevante, y no por totalitarismo o por intransigencia con puntos de vista diferentes y en s¨ª mismos respetables, sino porque lo que est¨¢ en juego es precisamente la igualdad (y no participar en una guerra, reformar el sistema educativo, o decidir la estrategia a seguir en la lucha contra el terrorismo, por poner tres ejemplos).
El art¨ªculo 14 de nuestra Constituci¨®n tiene como objetivo, mal que a algunos les pese, garantizar la igualdad de todas y todos, tambi¨¦n de las minor¨ªas estigmatizadas. Por eso, me temo, se equivocan quienes afirman que no han sido consultados sobre esta reforma: se les pregunt¨® por ella, impl¨ªcitamente, en el art¨ªculo 14 de aquella Constituci¨®n que refrendaron en el 78.
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