Cinco mujeres

Antes de Hotel World, Ali Smith (Escocia, 1962) hab¨ªa publicado otra novela, Like, y dos colecciones de cuentos, Free Love y Other Stories and Other Stories, y esta dedicaci¨®n simult¨¢nea a ambos g¨¦neros narrativos se refleja en este su cuarto libro, primero suyo traducido al castellano. Aunque se presente como una novela, Hotel World podr¨ªa ser por las mismas difusas razones un libro de cuentos, pues, m¨¢s all¨¢ de que las seis piezas narrativas de que consta formen un fresco com¨²n, cada una de ellas, o por lo menos cinco, puede leerse independientemente, ya que en s¨ª mismas ostentan tanta o tan poca unidad de significado como el conjunto entero. Es m¨¢s, aquello que constituye su mayor peculiaridad, la estructura caleidosc¨®pica y abierta por medio de la que las diferentes piezas se integran entre s¨ª de manera aparentemente azarosa, se reproduce a menor escala en el interior de cada una. Cada pieza est¨¢ dedicada a una mujer que tiene algo que ver con el hotel del t¨ªtulo (una pide limosna a sus puertas; otra trabaj¨® de recepcionista; otra es una cliente; otra era camarera y muri¨® en un accidente absurdo, cuando, jugando con un compa?ero, se subi¨® a un montaplatos; otra es hermana de ¨¦sta y, a¨²n conmocionada, sigue peregrinando all¨ª en busca de una explicaci¨®n), pero ni las historias que se dibujan a su trav¨¦s representan otra cosa que retratos m¨¢s o menos caprichosos, m¨¢s o menos logrados, de mujeres contempor¨¢neas; ni el conjunto logra sobreponerse, como no sea por medio de fr¨¢giles hilos casi anecd¨®ticos, a su misma condici¨®n fragmentaria. Son historias acerca de la soledad, la necesidad de amor y la dificultad de vivir en entornos provincianos sin demasiado dinero. Lo mejor, sin duda, de Hotel World es la escritura de Ali Smith, una escritura que busca la identificaci¨®n casi exclusivamente a trav¨¦s de los resortes de la sensibilidad y que con tan estricta limitaci¨®n es capaz de atraer la atenci¨®n del lector, pese a las no siempre acertadas decisiones estil¨ªsticas y aun cuando ¨¦ste no comparta la complicidad de la mirada.