Espa?a es el pa¨ªs de la eurozona con m¨¢s desequilibrios en su crecimiento econ¨®mico

Espa?a es el pa¨ªs de la zona euro en el que los componentes del crecimiento son m¨¢s desequilibrados y ponen de relieve la escasa competitividad de su econom¨ªa, con el consiguiente riesgo para el futuro. As¨ª se pone de manifiesto en un detallado informe de la Comisi¨®n Europea entregado ayer a los ministros de Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) y que hoy analizar¨¢n tambi¨¦n los titulares de Econom¨ªa de los Veinticinco (Ecofin). El documento se?ala que, entre 2001 y 2004, Espa?a arroja el mayor desajuste en la aportaci¨®n al crecimiento entre su potente demanda interna y el bajo nivel de exportaciones. El informe analiza los motivos de las diferencias de crecimiento entre los pa¨ªses de la moneda ¨²nica.

Elaborado por la Direcci¨®n General de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, dependiente del comisario Joaqu¨ªn Almunia, el documento destaca que, en una uni¨®n monetaria caracterizada por la escasa movilidad laboral, una buena parte de los desajustes en el crecimiento "recae sobre los precios y la competitividad". As¨ª, destaca: "Un Estado que experimente un positivo empuje de la demanda se beneficiar¨¢ enseguida de un crecimiento m¨¢s r¨¢pido, pero tambi¨¦n se enfrentar¨¢ a precios m¨¢s elevados y a presiones de costes cuando su producci¨®n se desv¨ªa m¨¢s que la de otros Estados miembros".

Para Bruselas, el desajuste entre consumo interno y exportaciones perjudica a medio plazo. "Como resultado", a?ade, "la competitividad externa se deteriorar¨¢ con respecto a otros Estados, con el correspondiente peso sobre la capacidad de exportaci¨®n y ajustando progresivamente la demanda". "En la pr¨¢ctica", concluye, "Estados como Alemania se han beneficiado de una mejora sustancial en la competitividad de sus precios desde el lanzamiento del euro, mientras otros, como Portugal, han acumulado pesadas p¨¦rdidas".

Aunque en los p¨¢rrafos dedicados a ese fen¨®meno no menciona expresamente a Espa?a, uno de los gr¨¢ficos del estudio s¨ª indica que, entre 2001 y 2004, Espa?a es el pa¨ªs peor situado. Este fen¨®meno, dice, ha contribuido a calentamientos y enfriamientos de las econom¨ªas de algunos pa¨ªses, en lo que tambi¨¦n han influido las insuficientes respuestas en salarios y precios a los cambios de las condiciones econ¨®micas.

En la zona euro, la diferencia en 2004 entre el crecimiento de los pa¨ªses que mejor evolucionan y los que peor lo hacen ronda los 4,5 puntos porcentuales. "Desde el frenazo econ¨®mico de 2001, la demanda interna se ha recuperado a diferentes ritmos: ha crecido fuertemente en Francia, Espa?a y Grecia, se ha estancado en Austria, Holanda y Portugal y se ha contra¨ªdo en Alemania". En ese periodo, "la contribuci¨®n de las exportaciones al crecimiento ha sido positiva en Austria, Alemania y Luxemburgo, pero ha resultado negativa en Espa?a, Francia e Italia". Esas diferencias han sido motivo de "preocupaci¨®n".

Acortar distancias

Para los autores del informe, es "natural e inevitable" que se produzcan las diferencias y hasta pueden ser "deseables", porque reflejan en ocasiones que algunos pa¨ªses menos pr¨®speros han reducido sus distancias con los m¨¢s ricos. En efecto, los dos pa¨ªses de la zona euro que m¨¢s han crecido desde 1994 han sido Irlanda, incluso por encima del 10%, y Grecia. El a?o pasado, Irlanda sigui¨® a la cabeza, y Alemania, a la cola, un puesto en el que se ha alternado con Portugal en los ¨²ltimos cuatro a?os.

Los cambios en los tipos de inter¨¦s son otra de las razones que influyen en las diferencias de crecimiento, pero de manera desigual. Afectan moderadamente a B¨¦lgica, Alemania, Francia, Holanda y Finlandia, y m¨¢s a Espa?a, Italia, Irlanda, Grecia y Austria. De hecho, los bajos tipos de inter¨¦s han tenido en Espa?a un efecto muy potente en la construcci¨®n debido al elevado n¨²mero de hipotecas solicitadas por los espa?oles. M¨¢s ha influido en aumentar las diferencias de productividad en cada pa¨ªs.

El informe concluye: "Para rectificar esta situaci¨®n, es crucial que los Estados apliquen una adecuada combinaci¨®n de pol¨ªticas macroecon¨®micas, mayor integraci¨®n econ¨®mica y reformas estructurales en el campo laboral, productivo y del mercado de capitales".