La desaladora de Carboneras abastece ya a 120.000 almerienses
El agua tratada regar¨¢ 7.000 hect¨¢reas de los campos de N¨ªjar a partir de agosto
Parte del agua que consumen 120.000 habitantes del Levante almeriense procede del Mediterr¨¢neo y antes de llegar a sus grifos ha sido desalada en la planta de Carboneras, ubicada al borde del mar en el municipio del mismo nombre. Es una de las desaladoras m¨¢s grandes de Europa, est¨¢ en funcionamiento desde hace dos meses y a partir de agosto tambi¨¦n tratar¨¢ agua para regar los cercanos campos de N¨ªjar, que ocupan unas 7.000 hect¨¢reas. Carboneras, que por ahora funciona a la doceava parte de su rendimiento pleno, fue inaugurada ayer por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
"?sta es una obra construida durante el Gobierno del PP. A nosotros lo que nos ha tocado es hacer la tarea necesaria para que pudiera entrar en funcionamiento", record¨® Narbona en el acto.
La primera piedra de esta desaladora la puso en 2001 el entonces ministro del ramo y hoy presidente del Gobierno balear, Jaume Matas. Dos a?os despu¨¦s estaba ya terminada, pero el agua no pod¨ªa llegar hasta el usuario porque buena parte de las conducciones necesarias no hab¨ªan sido construidas. El actual equipo ministerial instal¨® las tuber¨ªas que faltaban y desde hace dos meses los vecinos de municipios como Carboneras, Moj¨¢car, Garrucha y Tabernas -cuya poblaci¨®n alcanza las 200.000 personas en verano- reciben agua dulce que antes fue salada.
El procedimiento por el que esto se consigue es el siguiente: unas bombas cogen del Mediterr¨¢neo agua marina, que llega a la planta a trav¨¦s de unas enormes tuber¨ªas. Despu¨¦s se separa el l¨ªquido de la sal. Por cada mil litros de agua marina se obtienen 450 litros de agua dulce y 550 de salmuera (agua con una gran concentraci¨®n de sal). En el caso de Carboneras, esta salmuera va a la vecina central t¨¦rmica de Endesa, donde se mezcla con el agua caliente que sale de los conductos de refrigeraci¨®n. El resultado es que el agua diluye la salinidad de la sal mientras ¨¦sta reduce la temperatura de aqu¨¦lla. El l¨ªquido resultante se devuelve al Mediterr¨¢neo.
La desalaci¨®n es la alternativa del Gobierno socialista al trasvase del Ebro, que derog¨® el pasado 18 de junio. Medio Ambiente prev¨¦ la construcci¨®n de una veintena de nuevas desaladoras. Las dos ya en funcionamiento han empezado a producir poco a poco. En mayo se inaugur¨® la de San Pedro del Pinatar, en Murcia, la primera de las que sustituir¨¢n al env¨ªo del Ebro.
La planta de Carboneras desala por el momento 10.000 metros c¨²bicos diarios (una cantidad que cubrir¨ªa todo el consumo de 50.000 personas), y a pleno rendimiento podr¨ªa tratar hasta 120.000 metros c¨²bicos al d¨ªa, lo que la ministra espera que ocurra esta legislatura. Al ritmo actual producir¨¢ 3,5 hect¨®metros c¨²bicos en un a?o, aunque puede llegar a tratar hasta 42 hect¨®metros. Narbona explic¨® que la producci¨®n de la desaladora se incrementar¨¢ a medida que aumente la demanda: cuando se suscriban acuerdos con nuevos usuarios y se vayan realizando las obras para extender la red de distribuci¨®n hasta ellos.
El agua servir¨¢ para regar a partir de agosto, cuando concluyan las obras para llevarla a cada parcela, las 1.900 explotaciones del campo de N¨ªjar, que ocupan 7.000 hect¨¢reas. "El agua desalada es cara, pero la que no tenemos es imposible de pagar", asegur¨® ante la ministra Antonio L¨®pez, presidente de la junta central de usuarios del Campo de N¨ªjar. Los regantes compran el agua desalada en Carboneras a 0,42 c¨¦ntimos el metro c¨²bico. El agua para consumo humano sale a 0,45 c¨¦ntimos.
Presupuestada inicialmente en 80 millones de euros, la obra ha costado 254 millones. El 85% ha sido financiado por la UE y el 15% restante, por Medio Ambiente.
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