Una estaca por Beloki y el campo a trav¨¦s de Armstrong
14 de julio, como aquel d¨ªa de 2003, hace dos a?os, pero el Tour sigue otro camino esta tarde, no muy lejos de aquella ya legendaria curva, la de Beloki y de un campo, el de Armstrong. Han crecido flores silvestres, color violeta, sobre lo que era un rastrojal, un campo preparado para el barbecho.
Ayer, al mediod¨ªa, en la pen¨²ltima curva del descenso de la Rochette no hab¨ªa ning¨²n ONCE-Eroski de rosa destrozado en la cuneta ni un americano haciendo campo a trav¨¦s. Apenas cuatro periodistas se acercaron a leer el letrero de madera que desde el pasado 14 de junio recuerda aquella tarde de hace dos a?os. "Pasaje Lance Armstrong. Ca¨ªda de Beloki", se lee.
En el Tour, como en la vida, todo es muy relativo. Bajaban juntos: el estadounidense cruz¨® milagrosamente por un campo sin caerse, en un espl¨¦ndido ejercicio de ciclocross, y, cuesta abajo, vertiginoso, cruz¨® hasta el otro lado de la carretera, que por algo corri¨® en bicicleta de monta?a en sus a?os mozos. El otro, Beloki, se dej¨® la cadera y media carrera en el asfalto.
Ahora, Beloki corre con el Liberty y no se ha recuperado nunca de aquellos momentos en que parec¨ªa ser el ¨²nico capaz de poner en peligro el imperio del norteamericano. Lance, mientras tanto, no s¨®lo sali¨® indemne sino que sigui¨® ganando y en 2004 bati¨® el r¨¦cord de cinco victorias en el Tour de Anquetil, Marckx, Hinault e Indurain, y lo subi¨® a seis. Va camino del s¨¦ptimo.
La estaca la han clavado Jean Marc Passeron -creador de Radio Alpes1 y consejero general- y Marcel Bumat, anciano ex corredor, para recordar el trozo de campo m¨¢s legendario del Tour. Dicen que los aficionados a la bici de monta?a peregrinan hasta el pasaje para imitar a Lance. Pero ayer, por donde cruz¨® Armstrong el campo, no hab¨ªa rastro entre las flores de ninguna trazada de bicicleta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.