Historias dada¨ªstas
El alem¨¢n Hugo Ball (1886-1927) fue quien cre¨®, junto a Tristan Tzara y Hans Arp, el Caf¨¦ Voltaire, de Z¨²rich, origen del grupo dad¨¢ y, a trav¨¦s de ¨¦ste, de casi toda la poes¨ªa de vanguardia. En el cap¨ªtulo central de Despu¨¦s de Babel (FCE, 1980), George Steiner bosqueja el recorrido de lo que denomina "la palabra faltante": a partir de Mallarm¨¦, la poes¨ªa deja de habitar la lengua como su propia casa y empieza a sentirse cautiva en la c¨¢rcel del lenguaje. "La cr¨®nica m¨¢s l¨²cida de esta empresa [de liberaci¨®n]", se?ala Steiner, "se halla contenida en la autobiograf¨ªa de Hugo Ball La huida del tiempo, editada en 1927. Este viaje s¨®lo era viable si la sintaxis, donde el tiempo cobra toda su fuerza, pod¨ªa ser quebrantada. El relato de Ball es del mayor inter¨¦s tanto para la literatura como para la ling¨¹¨ªstica". Se refiere Steiner, en particular, al episodio que Ball registra minuciosamente y que, por otra parte, describe la foto que ilustra la portada de esta edici¨®n castellana de sus diarios: la velada del 23 de junio de 1916 en que, disfrazado de manera extravagante (pero "con la arcaica cadencia de la lamentaci¨®n sacerdotal"), ley¨® sus primeros "versos sin palabras" o "poemas fon¨¦ticos".
LA HUIDA DEL TIEMPO(UN DIARIO)
Hugo Ball
Pr¨®logo de Paul Auster Presentaci¨®n de Herman Hesse
Traducci¨®n de Roberto B.
de la Varga
Acantilado. Barcelona, 2005
373 p¨¢ginas. 20 euros
Ball escribi¨® La huida del tiempo a partir de notas tomadas entre 1914 y 1921. Una buena parte del libro es un registro minucioso de las actividades del Caf¨¦ Voltaire y los dada¨ªstas, entre la fundaci¨®n del movimiento, en 1916, y la ruptura con Tzara, en 1920. Este autorretrato no tiene nada del euf¨®rico provocador con que, en un primer momento, podr¨ªamos identificarlo. En sus notas, la preocupaci¨®n por llevar a la poes¨ªa una torsi¨®n semejante a la que la abstracci¨®n y el cubismo hab¨ªan dado al arte -Kandinsky es la gran referencia de Ball; Klee y Picasso son presencias muy visibles- convive con su tortuosa b¨²squeda por mantener dos devociones opuestas: el catolicismo y el pensamiento de Nietzsche.
Muri¨® a los 41 a?os. Herman Hesse escribi¨® una nota en su homenaje, que la presente edici¨®n recoge, donde Ball aparece como "hombre heroico, incre¨ªblemente valeroso y dispuesto al sacrificio" y se refiere a la "atm¨®sfera m¨¢gica de su vida de santidad". En efecto, no ve¨ªa la revoluci¨®n est¨¦tica que propugnaba como una bufonada o una festiva ruptura con la tradici¨®n, sino como el ¨²ltimo cap¨ªtulo del romanticismo, un ejercicio asc¨¦tico de regeneraci¨®n est¨¦tica y moral. En estas p¨¢ginas, Rimbaud y Lautr¨¦amont son m¨¢rtires de ese nuevo camino y su propia "poes¨ªa sonora" se propone "renunciar en bloque a la lengua, que el periodismo hab¨ªa vuelto corrupta e imposible. Supon¨ªa una retirada a la alquimia m¨¢s ¨ªntima de la palabra... para preservar as¨ª un ¨²ltimo recinto sant¨ªsimo para la poes¨ªa".
La huida del tiempo es la cara opuesta de los Siete manifiestos Dad¨¢, de Tristan Tzara (Tusquets, 2004): no una obra de vanguardia en s¨ª misma, sino el camino de reflexi¨®n que conduce hacia ella o que la envuelve y la hace posible. Por eso mismo un documento no perecedero, de inter¨¦s primordial, cuya publicaci¨®n en castellano llena, al fin, un largo vac¨ªo.
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