Dictamen pol¨¦mico

El dictamen del Consejo de Estado sobre el anteproyecto de Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE) considera dicho texto legal correcto en su tramitaci¨®n y acorde con la Constituci¨®n, pero introduce algunas observaciones que no pueden dejar de inquietar al Ministerio de Educaci¨®n. "No aparece por ning¨²n lado", dice el dictamen, el deber de estudiar, cuando debiera figurar "el primero de la lista". El m¨¢ximo ¨®rgano asesor del Estado lamenta tambi¨¦n que la reforma emprendida por la ministra San Segundo se olvide de los "valores esenciales y tradicionales" de la educaci¨®n, que no haga menci¨®n al "m¨¦rito", la "capacidad" y el "esfuerzo personal" del alumno o que deje en segundo plano la necesidad de que el "sistema educativo transmita conocimientos objetivos de las humanidades, artes y ciencias".

Algunos de los conceptos manejados por el dictamen suscitar¨¢n el m¨¢ximo acuerdo. Nada parece m¨¢s l¨®gico que subrayar los deberes y las responsabilidades de los estudiantes al hilo de una ley de Educaci¨®n. Pero hay aspectos del dictamen que tienen claros ecos pol¨ªticos. Se trata de valoraciones m¨¢s propias de un ¨®rgano legislativo, que dif¨ªcilmente casan con el papel del Consejo de Estado como supremo ¨®rgano consultivo del Gobierno y cuya funci¨®n principal radica en velar por la observancia de la Constituci¨®n y del resto del ordenamiento jur¨ªdico. Es cierto que en el caso de los proyectos de ley el Consejo de Estado debe dictaminar tambi¨¦n sobre la oportunidad de la legislaci¨®n, pero este dictamen parece desbordar incluso este juicio de oportunidad jur¨ªdica para entrar en el juicio pol¨ªtico e ideol¨®gico.

Es cierto, como recuerda el Consejo, que a muchos ciudadanos les produce desesperanza la incapacidad de los sucesivos Gobiernos y sus oposiciones para llegar a un pacto de Estado en un terreno donde, como revel¨® el informe PISA, Espa?a necesita de un esfuerzo com¨²n y sostenido para levantar cabeza. Pero precisamente por ello, por la necesidad de un acuerdo, no parece lo m¨¢s recomendable que sea un organismo arbitral el que eche m¨¢s le?a al fuego.

El resultado de tal actitud, tenga o no raz¨®n, deja en segundo plano algunos aspectos inquietantes revelados por el informe sobre la tramitaci¨®n de la ley. Tal es el caso de las quejas emitidas por el Ministerio de Hacienda sobre la falta de una memoria econ¨®mica que avale la reforma o las del Ministerio de Medio Ambiente sobre el retroceso que se da en un tema tan sensible como la educaci¨®n ambiental. Aspectos que Educaci¨®n deber¨ªa proceder r¨¢pidamente a mejorar antes de llevar su proyecto al Congreso.