La tortura, justificada

He visto algunos episodios de una serie emitida a ¨²ltima hora en Antena 3 llamada 24. Se trata de una serie estadounidense en la que los servicios secretos resuelven situaciones de crisis nacionales de gran envergadura apoyados por los medios t¨¦cnicos m¨¢s modernos. Hasta ah¨ª, todo m¨¢s o menos normal, pero lo m¨¢s llamativo es que en la mayor¨ªa de los episodios de la serie -el ¨²ltimo, sobre una crisis de terrorismo nuclear a cargo de islamistas- se justifica la tortura en aras del bien com¨²n.

Concretamente, ante la sospecha de que puede ocultar informaci¨®n vital, el propio secretario de Defensa de los EE UU en la ficci¨®n ordena que se torture a su propio hijo mediante privaci¨®n sensorial, y en el episodio del jueves, una de las propias empleadas del Ministerio de Defensa es sometida a descargas el¨¦ctricas, aunque luego resulta inocente. En el mismo episodio, uno de los comandos tortura a una detenida ¨¢rabe herida para que le d¨¦ informaci¨®n sobre los que van a provocar la fusi¨®n de varias centrales at¨®micas.

La moraleja que se impone en cada episodio es la de que la tortura est¨¢ justificada para evitar males mayores. Por desgracia, en los medios se ve todos los d¨ªas que estas hip¨®tesis se llevan a la pr¨¢ctica de modo sistem¨¢tico. Lo que no acabo de explicarme y me preocupa es que esta serie -vista por cientos de miles de espectadores- no haya recibido una sola cr¨ªtica en este sentido y que los directivos de la cadena no hayan reparado en que, a la par que entretener y hacer negocio, esta serie tiene el objetivo de hacernos m¨¢s tolerantes con los m¨¦todos de tortura m¨¢s denigrantes empleados de forma indiscriminada contra terroristas o meros sospechosos. Se trata de hacernos creer que el fin justifica los medios. ?Lo conseguir¨¢n?