Imponente Tiger
Woods gana por segunda vez en Saint Andrews y ya colecciona, con s¨®lo 29 a?os, diez grandes t¨ªtulos
Tiger Woods ense?aba todos sus dientes, blancos, al recoger por segunda vez en su vida la Claret jug, la estrecha y alargada copa que el Royal and Ancient Club entrega, sobre un podio casi improvisado en el hoyo 18, al ganador del Open: "Es una buena costumbre ganar en Saint Andrews, llenar¨¦ el trofeo con algo de beber". Woods zanjaba con una superioridad indiscutible en el agostado c¨¦sped de Saint Andrews, el mejor escenario posible y un campo donde se siente "muy c¨®modo", todos los debates sobre su dominio del golf. No se oy¨® ni una palabra sobre su condici¨®n de "humano", de "ser falible", a la que algunos invocaban en los d¨ªas previos al campeonato. Que Tiger es humano, parece obvio. Que est¨¢ muchos cuerpos por delante del resto, tambi¨¦n.
Olaz¨¢bal, en su peor recorrido del torneo, concluy¨® tercero, muy lejos del Tigre
La pregunta, que, entre otros se hace Olaz¨¢bal -que concluy¨® tercero-, es cu¨¢nto tiempo durar¨¢ su dominio. "No veo a nadie que le haga sombra", comentaba el vasco. Otros recuerdan que entre el primer y el ¨²ltimo torneo en que venci¨® el retirado Jack Nicklaus pasaron 24 a?os. "El golf es muy imprevisible, ?qu¨¦ har¨¢ los pr¨®ximos a?os Tiger? No lo s¨¦, pero ahora no hay nadie tan completo como ¨¦l. "Los a?os dorados de un golfista son a partir de los 30", advierte Woods.
Tiger, en el muy venerable y antiqu¨ªsmo Saint Andrews, tiene garantizados, al menos, tres birdies por recorrido. No los desaprovech¨®. Gan¨® su segundo Open ante un pelot¨®n perseguidor de primera fila: Montgomery, Olaz¨¢bal, Couples, Singh, Campbell y Garc¨ªa. Ha liderado el torneo desde el primer minuto de la primera jornada hasta la entrega de premios. S¨®lo se ha sentido amenazado por el viento en el tercer d¨ªa, cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal, enganchado a la marea, se le aproxim¨® a un golpe. "Al principio ha soplado un poco, pero luego se ha ido desinflando", describi¨® con alivio el Tigre sobre el devenir de la ¨²ltima ronda.
El viento era su ¨²nico enemigo. El viento y el uso que el jugador guipuzcoano pudiera hacer de los efectos del aire sobre la bola. Sin viento desde el hoyo cuatro, no hubo competici¨®n. Woods mantuvo su nivel de juego durante todo el recorrido, a diferencia de sus rivales, que flojearon seg¨²n avanzaba la jornada. Woods firm¨® una tarjeta de -2, Montgomery complet¨® el par y Olaz¨¢bal se fue a +2. En el hoyo 4, estos tres jugadores se mov¨ªan en una horquilla de un solo golpe. Exactamente hasta que la tramontana marina dimiti¨®, se escondi¨® entre las nubes y dio paso a una bochornosa quietud.
Montgomery, que concluy¨® segundo y subi¨® al podio junto al Tigre, interpret¨® su puesto en la tabla como "una revancha". Montgomery, como muchos otros jugadores europeos, decidi¨® saltar al circuito americano. Le quedaba estrecho el europeo, en el que llevaba liderando la Orden del M¨¦rito seis a?os consecutivos. Pero en Estados Unidos le fue mal. Fatal. Los seguidores le insultaban, le llamaban "gordo", los patrocinadores le instaban a adelgazar, le dec¨ªan que era un "mal ejemplo" para los j¨®venes. Montgomery se separ¨® de su mujer y regres¨® a Europa. A Escocia, donde sus seguidores le jalean como si fueran hooligans, le persiguen de hoyo en hoyo disfrazados con pelucas que imitan sus rizos. "He pasado tres a?os a la intemperie y es m¨¢s agradable estar de vuelta otra vez", coment¨® con suavidad el irascible Monty, uno de los jugadores m¨¢s ¨¢speros del circuito.
Pero Woods nunca se sinti¨® intranquilo, pese a la admirable n¨®mina de perseguidores. Su ventaja es que sabe que en los dos hoyos que son par 5 tiene casi garantizado, al menos, el birdie. Saint Andrews es un campo que beneficia a los pegadores. Incluso despu¨¦s de haber sido alargado en casi diez metros por hoyo. Los tres ¨²ltimos Open disputados en Saint Andrews los han ganado jugadores estadounidenses. En 1996 se impuso el enorme John Daly, un lanzador de obuses. En 2000 y 2005, por supuesto, Tiger. "Ahora ya saben por qu¨¦ desped¨ª a Harmonn y contrat¨¦ a Haney, para ganar el Masters y el Brit¨¢nico", se despidi¨® ir¨®nico el Tigre.
1. Woods (EE UU), 274 . 2. Montgomery (ESC), 279. 3. Olaz¨¢bal (ESP), Couples (EEUU), 280. (...). 9. Garc¨ªa (ESP), 281. 52. Jim¨¦nez (ESP), 288.
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