EE UU descubre que 44 cient¨ªficos del sector p¨²blico trabajan para farmac¨¦uticas
Casi medio centenar de cient¨ªficos e investigadores que trabajan para los institutos nacionales de salud (NIH, el organismo p¨²blico de sanidad en EE UU) mantienen v¨ªnculos laborales con empresas privadas del sector, especialmente en la industria farmac¨¦utica. Esa doble vinculaci¨®n es una violaci¨®n de las normas ¨¦ticas y, en algunos casos, un conflicto de intereses considerado delictivo.
La investigaci¨®n interna del NIH se centr¨® en algo m¨¢s de un centenar de cient¨ªficos, m¨¦dicos e investigadores que trabajan o han trabajado recientemente para esa instituci¨®n. A pesar de las normas ¨¦ticas que requiere el empleo en la sanidad p¨²blica, 44 profesionales vulneraban la pol¨ªtica contra los conflictos de inter¨¦s al aceptar trabajos -en su mayor¨ªa como asesores- en empresas privadas que pod¨ªan resultar beneficiadas en las investigaciones que desarrollaban en el seno del organismo p¨²blico.
A instancias del Comit¨¦ de Energ¨ªa y Comercio de la C¨¢mara de Representantes, el director del NIH, Elias A. Zerhouni, reconoce que en la investigaci¨®n interna se han destapado "casos de empleados que realizaban trabajos de consultor¨ªa con empresas de investigaci¨®n sin pedir el permiso especial que eso requiere, centrados en ¨¢reas que entraban en conflicto con sus labores oficiales". En otros casos, reconoce Zerhouni, los empleados proporcionaban a las empresas privadas la posibilidad de presumir de una vinculaci¨®n directa con el NIH ante clientes potenciales.
Ante los tribunales
Los 44 cient¨ªficos sometidos a investigaci¨®n trabajaban para empresas farmac¨¦uticas, una de las industrias que m¨¢s dinero mueve en la econom¨ªa de EE UU; los casos m¨¢s graves pueden acabar denunciados ante los tribunales. Otros 37 investigadores se marcharon a trabajar para estas compa?¨ªas, pero lo comunicaron convenientemente al organismo p¨²blico y solicitaron un periodo de excedencia para evitar el conflicto de inter¨¦s.
El NIH obliga ahora a sus empleados a desvelar cualquier conexi¨®n con industrias privadas y proh¨ªbe expresamente la colaboraci¨®n o asesor¨ªa con compa?¨ªas farmac¨¦uticas o biotecnol¨®gicas.
Seg¨²n el presidente del comit¨¦, el republicano Joe Barton, esta informaci¨®n "indica que los problemas ¨¦ticos son m¨¢s graves de lo que imagin¨¢bamos. Tambi¨¦n demuestra que el NIH debe implementar normas ¨¦ticas definitivas", asegur¨®. De los 44 empleados investigados, 36 todav¨ªa trabajan para el NIH y se enfrentan a posibles sanciones disciplinarias. La pol¨ªtica actual no era excesivamente estricta. Prohib¨ªa empleos por conflicto de inter¨¦s, pero no establec¨ªa claramente los procedimientos. Para los cient¨ªficos m¨¢s prestigiosos del NIH, las normas ¨¦ticas impiden la posesi¨®n de acciones de compa?¨ªas privadas vinculadas al mundo m¨¦dico y proh¨ªben aceptar regalos o premios de m¨¢s de 200 d¨®lares.
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