Una juez critica el sistema de oposici¨®n en la Universitat de Val¨¨ncia
La magistrada reprocha la nula objetividad existente para cubrir una plaza de profesora
La magistrada del Juzgado n¨²mero 1 de Instrucci¨®n de Valencia, Luc¨ªa Sanz, desestim¨® en 2003 la denuncia por coacciones de una profesora contra dos compa?eros, miembros de su tribunal de oposici¨®n. La resoluci¨®n reprocha a la Universitat de Val¨¨ncia la "nula objetividad" del sistema empleado y reprueba el comportamiento de la acusadora, que denunci¨® a sus colegas tras saberse que hab¨ªa plagiado su proyecto. La mayor¨ªa de los nombres se han omitido.
La juez describe as¨ª el "curioso sistema de oposici¨®n": "Se convoca una ¨²nica plaza, tan solo hay una ¨²nica aspirante, dos de los miembros del tribunal son conocidos de la candidata y, adem¨¢s, se trata de compa?eros de trabajo de muchos a?os, la concursante propone a la universidad a dos de los miembros del tribunal que, para colmo, son su presidente y su secretario. Resulta dif¨ªcil de digerir un sistema de oposici¨®n como el expuesto".
La magistrada censura igualmente el proceder de la denunciante, quien no s¨®lo plagi¨®, aparentemente, el proyecto presentado para ocupar una plaza de profesora titular en la Universitat de Val¨¨ncia, sino que, una vez descubierta, se embarc¨® en un procedimiento penal contra dos compa?eros que, hasta ese momento, parec¨ªan decididos a darle el puesto a trav¨¦s de un sistema dominado por la "nula objetividad".
El auto recoge la siguiente escena: Acusadora y acusados se re¨²nen en la cafeter¨ªa Ateneo de Valencia, a mediod¨ªa, el 10 de julio de 2002. Los dos varones son el presidente y el secretario del tribunal de oposici¨®n que debe evaluar a la mujer. El tribunal est¨¢ convocado para ese mismo d¨ªa, a las cinco de la tarde. La juez considera todas esas circunstancias irregulares.
El contenido de la reuni¨®n es objeto de controversia: La profesora declara que en ella sus compa?eros le aconsejan no presentarse al ejercicio, y que le dicen que, de hacerlo, no contar¨¢ con sus votos. La mujer no se presenta al examen. Al d¨ªa siguiente denuncia a sus compa?eros en comisar¨ªa por haberla coaccionado. Ni entonces ni despu¨¦s aventura qu¨¦ motivaci¨®n pudieran tener para hacerlo.
Los dos denunciados admiten en su declaraci¨®n que durante el encuentro en la cafeter¨ªa Ateneo aconsejan a la profesora no presentarse al ejercicio, y que le advierten de que, de hacerlo, probablemente no votar¨¢n a su favor. El secretario y el presidente s¨ª ofrecen una motivaci¨®n: En el tribunal crece la convicci¨®n de que el "proyecto docente", que la mujer present¨® por escrito el d¨ªa anterior y que debe defender a las cinco de la tarde, est¨¢ copiado de otros manuales. Si se presenta, afirman, enfrentar¨¢ seguramente acusaciones de plagio.
El Juzgado de Instrucci¨®n dicta un auto de archivo por entender que los hechos no son constitutivos de delito, y por considerar que, en cualquier caso, la v¨ªa legal adecuada para reclamar, trat¨¢ndose de una oposici¨®n p¨²blica, es la contencioso-administrativa.
La denunciante apela, y logra que el juzgado practique diligencias probatorias antes de resolver.
La prueba estrella de la profesora consiste en una conversaci¨®n telef¨®nica, grabada por ella misma, en la que se le oye hablar con uno de los denunciados siete d¨ªas despu¨¦s de la reuni¨®n.
La grabaci¨®n, sin embargo, se vuelve en contra de la acusadora, convertida en una "prueba de descargo". La profesora hab¨ªa asegurado siempre que nadie en la cafeter¨ªa Ateneo mencion¨® la palabra "plagio", y que nadie en aquella reuni¨®n le hizo llegar la sospecha que se propagaba por el tribunal. "De la conversaci¨®n telef¨®nica aportada por la denunciante", sin embargo, y a pesar de su "empe?o", se desprende justo lo contrario, indica el auto.
La magistrada Sanz decret¨® finalmente el archivo del procedimiento al entender que no hubo coacciones. La figura del C¨®digo Penal castiga con hasta tres a?os de c¨¢rcel a quien "impidiere a otro con violencia [material o intimidatoria] hacer lo que la Ley proh¨ªbe, o le compeliere a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto".
El auto, en cambio, no dice nada de las circunstancias en las que la profesora abandon¨® posteriormente la Universitat. Ni de c¨®mo entr¨® a trabajar en la Universidad Cat¨®lica de Valencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.