Retrato fugaz para un h¨¦roe cotidiano

Antonio, de 13 metros de alto y 7 de ancho, mira con ternura pero gesto duro a los vecinos que pasan por el n¨²mero 252 de la calle Embajadores. Est¨¢ en lo alto de una pared desconchada, restos de un pol¨ªgono industrial que sobrevive en medio de un descampado. Hasta hace dos d¨ªas Antonio era un obrero m¨¢s del barrio, entrado en la cincuentena. Desde ayer se ha convertido en un icono del vecindario de Arganzuela y parte de la obra del artista cubano-neoyorquino, Jorge Rodr¨ªguez Gerada, de 39 a?os.

Rodr¨ªguez Gerada prefiere no dar m¨¢s detalles de la vida de Antonio. "?l es su rostro y su vida. Su mirada lo dice todo, no hace falta saber m¨¢s de ¨¦l, es uno de nosotros, uno de tantos", aclara.

Pero la mirada de Antonio es evanescente. En pocas semanas, las m¨¢s de 24 horas de trabajo de Jorge Rodr¨ªguez Gerada ser¨¢n escombros. Aunque puede que desaparezca antes, porque Antonio es de carboncillo. Donde hoy se levanta la ¨²ltima nave industrial de la manzana, ma?ana habr¨¢ pisos caros, nuevos, que poco hablan de lo que un d¨ªa fue el barrio.

"Es parte de la obra de arte. No es s¨®lo un retrato acad¨¦mico, tambi¨¦n la pared, con su historia, es importante, y que se vayan mezclando las dos cosas, que el rostro acabe fundi¨¦ndose con el muro... Es un s¨ªmbolo que habla tambi¨¦n de los cambios que est¨¢ habiendo en la zona", explicaba ayer Rodr¨ªguez Gerada mientras acababa la obra que hab¨ªa comenzado tres d¨ªas atr¨¢s.

A los pies del gran Antonio, el campamento familiar de Rodr¨ªguez. En cada una de las intervenciones urban¨ªsticas del pintor, le acompa?an su esposa -la fot¨®grafa y v¨ªdeoartista Ana ?lvarez-Errecalde- y sus dos hijos, Neuqu¨¦n, de cinco a?os, y Mila, de cinco meses. No importa que llueva, hiele, o la temperatura sea de 38 grados, como ayer. All¨ª est¨¢ el equipo, a los pies de la gr¨²a, apostado en un todoterreno. Ana filma de vez en cuando el trabajo de su marido. Los v¨ªdeos ser¨¢n parte de sus exposiciones.

Es la primera intervenci¨®n art¨ªstica que Rodr¨ªguez hace en Madrid. Antes retrat¨® a Dolores, Mar¨ªa, Josep... Eran vecinos de Barcelona, de Buenos Aires o Nueva York. Pero el retrato de Antonio ha sido el de mayores dimensiones que ha hecho nunca en un muro.

Para el pintor, una de las mejores cosas son los comentarios de los vecinos. "La gente se para a gritarme: '?Oiga, que van a tirar la pared, no pierda el tiempo'. Otros se enfadan cuando les intento explicar que es parte de la obra y no ven ninguna poes¨ªa en todo esto", explica entre risas.

El mural tambi¨¦n tiene un matiz de protesta. "Los iconos de hoy en d¨ªa los escogen las marcas comerciales bas¨¢ndose en unos patrones est¨¦ticos y econ¨®micos. Eso a m¨ª no me gusta. Quiero ense?ar que lo importante son nuestras vidas, el impacto en el entorno que tiene cada persona, las vidas heroicas de los miles de trabajadores que nunca ser¨¢n famosos, ni protagonistas de nada. Es lindo hacer esfuerzo por la gente com¨²n y que su retrato sea un icono s¨®lo por un tiempo", se?ala.

Otros de los aspectos que emociona a este artista, que lleg¨® a Espa?a hace tres a?os, es que esta experiencia interesa a cualquier vecino. La mayor¨ªa se para a mirar: "No importa si entienden de arte o no, pero se interesan por lo que est¨¢ pasando en esta pared. Las obras ya no est¨¢n s¨®lo en los museos".

El mural Antonio forma parte de la exposici¨®n Transurbancia que hoy se inaugura en la Casa Encendida y se ha realizado con la colaboraci¨®n del Fondo de la Obra Social de Caja Madrid. "Sin ellos nada habr¨ªa sido posible", asegura el muralista. Los comisarios de la muestra, Alba Luc¨ªa Romero y Fernando Rubio, se encargaron de conseguir los permisos del Ayuntamiento, de los propietarios del solar y los due?os de la pared. Todo para que la obra estuviera lista para hoy.

Esta exposici¨®n intenta redescubrir las ciudades a trav¨¦s de artistas-n¨®madas que convierten el espacio urbano en un medio de expresi¨®n de su arte. Junto con Rodr¨ªguez Gerada participan 8 artistas, algunos de ellas tambi¨¦n realizan arte ef¨ªmero.

Antonio acaba de nacer y ya est¨¢ empezando a morir. Mientras se esfuma en la pared destartalada de una de las ¨²ltimas naves industriales de la zona, el barrio se transforma. El Faro de Luarca, el bar donde suelen comer los obreros, el que sostiene la pared del mural, tambi¨¦n desaparecer¨¢ en unas semanas para dar paso a flamantes edificios y nuevos vecinos. Entonces, el viejo pol¨ªgono industrial de Arganzuela se habr¨¢ desvanecido para siempre. Como Antonio.

M¨¢s informaci¨®n: Transurbancia, del 19 de julio al 4 de septiembre en La Casa Encendida de lunes a domingo de 10 a 22. www.lacasaencendida.com y www.artjammer.com. Antonio est¨¢ dibujado en C/ Embajadores, 252.