"Chile ha tenido ¨¦xito econ¨®mico; ahora debemos distribuir mejor la riqueza"
Michelle Bachelet (Santiago, 1951) se convirti¨® en 2002 en la primera mujer de toda Am¨¦rica Latina que asumi¨® la cartera de Defensa y su Ej¨¦rcito, el chileno, era quiz¨¢ el m¨¢s complicado, con la alargada sombra de Augusto Pinochet sobrevolando a¨²n la instituci¨®n. En su primera reuni¨®n con la c¨²pula militar, les solt¨®: "Soy mujer, socialista, v¨ªctima de la dictadura, separada y agn¨®stica; junto cinco pecados capitales, pero vamos a trabajar bien". Con el mismo desparpajo, esta m¨¦dica, hija de un general fiel a Salvador Allende que muri¨® torturado por la dictadura y madre de tres hijos, se presenta ahora a las presidenciales de diciembre tras alzarse con la candidatura de la Concertaci¨®n, la at¨ªpica coalici¨®n de socialistas y democristianos. Esta semana se ha entrevistado en Madrid con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y varios ministros del Gobierno. Todas las encuestas la sit¨²an como sucesora de su mentor, el presidente Ricardo Lagos.
"Pinochet ya no tiene ninguna influencia en el pa¨ªs; el esc¨¢ndalo de la trama econ¨®mica ha tenido un efecto letal entre quienes le defend¨ªan"
"Ni me planteo bajar impuestos. Y no descarto elevarlos si faltan recursos para los planes de igualdad, aunque sin cargar a la clase media"
Pregunta. ?Cu¨¢les son sus prioridades de Gobierno si se confirman los sondeos?
Respuesta. Nadie gana hasta el d¨ªa en que gana y para eso hay que seguir trabajando. Mis prioridades son mantener todos los logros conseguidos -avance de la democracia, de las libertades, crecimiento econ¨®mico-, pero ahora tenemos la obligaci¨®n de plantear un nuevo desaf¨ªo: seguir creciendo y a la vez distribuir mejor la riqueza y dar m¨¢s oportunidades a todos. Proponemos un plan de igualdad que se centrar¨¢ en la infancia, las mujeres, la reforma de la protecci¨®n social, de las pensiones y la educaci¨®n.
P. ?Pese a las buenas cifras de la macroeconom¨ªa, tienen las clases populares m¨¢s dificultades en Chile que en otros pa¨ªses donde la econom¨ªa en teor¨ªa no marcha tan bien?
R. No s¨¦ si tienen m¨¢s dificultades que otros. Pero cuando un pa¨ªs crece econ¨®micamente, estos beneficios tienen que llegar a todos. Hemos tenido ¨¦xito, pero ahora debemos ver c¨®mo distribuimos mejor.
P. ?Con qu¨¦ f¨®rmulas? ?Comparte la opini¨®n de algunos socialistas europeos de que bajar los impuestos ayuda al crecimiento, y adem¨¢s es de izquierdas?
R. No; bajar los impuestos, de ninguna manera. Para financiar los planes contamos con el crecimiento econ¨®mico; pero adem¨¢s tenemos posibilidad de expandir el presupuesto nacional con una mayor eficiencia, la lucha contra la evasi¨®n de impuestos y la racionalizaci¨®n: existen algunas herencias de exenciones tributarias que ya no tienen sentido. Vamos a contar con m¨¢s recursos y, si con ellos no alcanza, no descarto elevar los impuestos. Pero s¨®lo si es indispensable y bajo dos premisas: que no afecte al crecimiento y que no sea una carga para los m¨¢s pobres ni las clases medias.
P. Hace unos a?os, Chile ten¨ªa uno de los Gobiernos m¨¢s a la izquierda de Suram¨¦rica; hoy parece casi de los m¨¢s moderados. ?Qu¨¦ opina del giro a la izquierda en el continente?
R. El continente ha percibido que las reformas econ¨®micas no han sido suficientes para resolver las grandes necesidades de la gente. El crecimiento econ¨®mico es una prioridad, pero lo m¨¢s importante es el desarrollo. Hay que vincular el crecimiento con la lucha contra la pobreza, el medio ambiente y las pol¨ªticas sociales. Tenemos necesidades importantes en la regi¨®n y ciertos modelos no le han dado respuesta.
P. ?C¨®mo analiza el fen¨®meno Ch¨¢vez y lo que algunos llaman auge del populismo?
R. Cada pa¨ªs tiene sus procesos internos, que hay que respetar. Chile tiene un di¨¢logo fluido con el Gobierno de Venezuela y vamos a seguir trabajando fuertemente con todos los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, porque tenemos desaf¨ªos comunes.
P. ?Crece el sentimiento antiestadounidense en la regi¨®n? ?Cu¨¢l debe ser el papel de EE UU?
R. Es un pa¨ªs muy importante en la regi¨®n y puede ser un gran socio, con reglas claras. Compartimos unos valores y estamos dispuestos a seguir avanzando en esta l¨ªnea, pero bajo la l¨®gica de la autonom¨ªa y el respeto.
P. ?Y Espa?a? ?Comparte la pretensi¨®n de Rodr¨ªguez Zapatero de fortalecer las Cumbres Iberoamericanas?
R. Nos parece muy importante. Espa?a desempe?a un rol fundamental, que puede contribuir a fortalecer los v¨ªnculos con el conjunto de Europa y otros pa¨ªses. Iberoam¨¦rica puede ser una gran oportunidad.
P. Usted es mujer, socialista, hija de v¨ªctima... ?No es un handicap en una sociedad m¨¢s bien conservadora como la chilena?
R. ?Y soy tambi¨¦n separada y agn¨®stica! He juntado todos los pecados capitales y as¨ª se lo dije a los comandantes cuando asum¨ª Defensa: "S¨¦ que junto todos los pecados capitales... ?pero trabajemos bien!". Y trabajamos bien. Ahora pasa lo mismo. Esta sociedad, que por un lado es conservadora, tambi¨¦n se moderniza y todos estos elementos que para algunos podr¨ªan ser obst¨¢culos no lo han sido: voy primera en las encuestas.
P. ?En las elecciones se enfrentar¨¢ a una derecha democr¨¢tica?
R. S¨ª; es una derecha democr¨¢tica, aunque en su interior puede haber enquistados elementos no democr¨¢ticos.
P. ?Pero considera completamente culminada la transici¨®n en Chile?
R. S¨ª. La semana pasada se aprob¨® finalmente la reforma de la Constituci¨®n y con ella se acabaron los roles tutelares; se consolid¨® institucionalmente algo que ya exist¨ªa en la pr¨¢ctica: una democracia plena y madura. Desde esta perspectiva, la transici¨®n est¨¢ completada. A mi juicio hay un desaf¨ªo pendiente, que no cuestiona el hecho de estar en democracia, sino su calidad, y que tambi¨¦n sucede en otros pa¨ªses. Me refiero al sistema binominal de elegir a los candidatos, que no me gusta; me parece poco representativo y deja a parte de la sociedad fuera del Parlamento.
P. ?Puede hablarse de transici¨®n culminada si socialistas y democristianos se ven a¨²n forzados a presentarse en una misma lista?
R. La coalici¨®n es un reflejo de lo que fue la uni¨®n para derrotar a una dictadura militar. Llegamos a la conclusi¨®n de que lo que nos un¨ªa era infinitamente m¨¢s que lo que nos separaba: democracia, libertad econ¨®mica, un Estado que apoya a los m¨¢s vulnerables, defensa de los derechos humanos... Y muchas otras cosas. El proyecto tiene vigencia porque tenemos visiones comunes, aunque haya matices.
P. ?Est¨¢ de acuerdo con los que dicen que el descubrimiento de la trama financiera de Pinochet ha sido m¨¢s devastador para su imagen que todo su historial de derechos humanos?
R. En Chile hay consenso en que nada pod¨ªa justificar las agresiones a los derechos humanos. Pero hubo una parte de la ciudadan¨ªa que probablemente lo asumi¨® en su d¨ªa como "mal necesario", algo que ni comparto ni justifico. Estos sectores admit¨ªan que hubo excesos, pero subrayaban dos elementos: el crecimiento econ¨®mico y la austeridad. Este golpe ha sido efectivamente letal. Tanto, que hoy nadie quiere verse vinculado pol¨ªticamente a la imagen de Pinochet y todos tratan de separar aguas.
P. ?Qu¨¦ influencia tiene Pinochet en el Chile de hoy?
R. Ninguna. Ni es actor pol¨ªtico ni tiene influencia alguna en las Fuerzas Armadas.
P. ?En sus a?os de ministra (2000-2004) nunca pens¨® que se pod¨ªa volver atr¨¢s?
R. Jam¨¢s. Y esto es algo que en Europa siempre cost¨® entender. Pensaban que Pinochet ten¨ªa un rol relevante, que las Fuerzas Armadas tutelaban la democracia... No lograban percibir el v¨ªnculo que se estableci¨® entre las instituciones del Estado y las Fuerzas Armadas.
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