Aclaraci¨®n

Con verdadero estupor leo en EL PA?S de ayer, 19 de julio, en su p¨¢gina 40, una cr¨®nica, firmada por Gabriela Rojas, que al parecer trata de mi intervenci¨®n en un curso de verano de la Universidad Complutense en El Escorial, y que lleva un titular tan rotundo como inexacto: Mu?oz Molina defiende 'el modelo Planeta' en la literatura. Yo no defend¨ª ning¨²n modelo, que en cualquier caso no s¨¦ en qu¨¦ consistir¨ªa, menos a¨²n aplicado a la literatura. Lo ¨²nico que hice fue describir un procedimiento que fue inaugurado en Espa?a en los a?os cincuenta por los promotores del Premio Planeta, y que despu¨¦s se ha generalizado: el pago al escritor, por parte de la editorial, de un adelanto sobre los derechos de autor basado en estimaciones de ventas. Eso no es "el modelo Planeta en literatura"; eso es, simplemente, el modo de actuar de las editoriales en cualquier pa¨ªs del mundo, que resultaba una novedad en la Espa?a atrasada y empobrecida de entonces, y que poco a poco se ha ido generalizando entre nosotros.

Tampoco, ya puestos a precisar, defend¨ª "el valor del libro ante las nuevas tecnolog¨ªas": lo que dije -no defend¨ª- es que esa oposici¨®n entre una cosa y otra es inexistente, y que lo que amenaza a los libros y a la cultura literaria no es Internet ni ning¨²n avance tecnol¨®gico, sino la simple y pura ignorancia. Por ¨²ltimo, tampoco dije que el libro sea "una pareja sentimental". Pareja sentimental, ?de qui¨¦n? Por tranquilidad de esp¨ªritu, prefiero pensar que entre los hechos diarios y el relato que el peri¨®dico hace habitualmente de ellos haya una relaci¨®n m¨¢s veraz y menos fant¨¢stica que entre mi charla del d¨ªa 18 de julio en El Escorial y el titular y la cr¨®nica de Gabriela Rojas.