Ayuda comprometida

Soy habitante de Alcolea del Pinar. Su nombre es lo suficientemente elocuente para obviar descripciones del lugar y del dolor de una poblaci¨®n que ya conoce la devastaci¨®n del fuego en carne propia. En momentos as¨ª sentimos que las llamas han consumido gran parte de nuestro entorno, de nuestro coraz¨®n, nuestras ilusiones y hasta nuestro nombre.

Las cifras del desastre ya no nos importan. Ni los a?os de c¨¢rcel del responsable del fuego, que probablemente amaba el pinar tanto como nosotros, los lugare?os, ni las indemnizaciones econ¨®micas llenar¨¢n el vac¨ªo que nos dejan cientos de kil¨®metros cuadrados ahora ya des¨¦rticos. Las gentes de la Alcarria recordamos en estos d¨ªas la sensibilizaci¨®n de la ciudadan¨ªa con las cat¨¢strofes petrol¨ªferas en las costas, y, ante nuestra desgracia, pedimos una ayuda mucho m¨¢s comprometida por parte de todos: campa?as de reforestaci¨®n multitudinarias y el apoyo de las administraciones en infraestructura forestal.

Quien no conozca la imagen de la desolaci¨®n deber¨ªa visitar un bosque arrasado por el fuego: a¨²n humeante, en inveros¨ªmiles tonos grises y negros, sin animales, un aut¨¦ntico cementerio de esqueletos vegetales. Es una estampa dantesca que hace contemplar la muerte y la destrucci¨®n sin dejar lugar a la imaginaci¨®n.