El IVAM acoge la mirada oscura sobre Venecia de Whistler y Music

James Whistler (1834-1903) y Zoran Music (1909-2005) llegaron a Venecia con seis d¨¦cadas de diferencia y un sentimiento compartido de desesperaci¨®n vital.

Enfermo, deprimido, desacreditado como pintor y pobre como una rata, Whistler viaj¨® en un tren nocturno desde Par¨ªs hasta la ciudad italiana el 18 de septiembre de 1879. Cuatro meses antes se hab¨ªa declarado en bancarrota y sus bienes hab¨ªan sido subastados. Pas¨® 15 meses en Venecia, con un adelanto de 50 libras de la Fine Art Society de Londres por una serie de doce aguafuertes. Soport¨® un invierno g¨¦lido, que congel¨® alguna de sus obras, cre¨® aguafuertes y pinturas al pastel, y retrat¨® una Venecia oscura, brumosa, poblada de trabajadores manuales, viejos y mendigos, con m¨¢s peso de las calles y canales laterales que de los grandes palacios.

Al abandonar Venecia, Whistler era un tipo "en forma", "decidido a alcanzar el ¨¦xito", afirma Margaret MacDonald, comisaria de la exposici¨®n patrocinada por la Fundaci¨®n Caixa Galicia que ayer se inaugur¨® en el Institut Valenci¨¤ d'Art Modern y estar¨¢ abierta hasta el 11 de septiembre.

La muestra une la obra del pintor, nacido en EE UU, con la de Anton Zoran Music que naci¨® en Gorizia, una ciudad que por entonces pertenec¨ªa al imperio austroh¨²ngaro y que hoy es italiana. En 1944 fue detenido por colaborar con grupos antinazis en Trieste y deportado al campo de concentraci¨®n de Dachau (Alemania), donde recoger¨ªa en sus dibujos las im¨¢genes del horror.

Las primeras obras de Music en Venecia, al acabar la II Guerra Mundial, est¨¢n llenas de color, y poseen la ingenuidad de los dibujos infantiles. Las de los a?os ochenta, por el contrario, muestran una ciudad sombr¨ªa de la que asoman figuras desva¨ªdas.