Una programaci¨®n ejemplar

En sus ¨²ltimas jornadas, el V Encuentro de M¨²sica y Academia ha redondeado una programaci¨®n en muchos aspectos ejemplar y orientativa. Corren muchas aguas musicales bajo los puentes de la historia y cuantos rigen el Encuentro, sus fines culturales y pedag¨®gicos, no parecen dispuestos a relegar autores ni escuelas, bien sea durante las horas lectivas en el Conservatorio Jes¨²s de Monasterio, en sus conciertos "de lujo", como dice la prensa, en las salas Argenta y Pereda o en la extensi¨®n a las ciudades, villas hist¨®ricas o peque?as c¨¦lulas urbanas sin olvidar sino, muy al contrario, teniendo muy en cuenta a la Cantabria sociocultural y universitaria. De una u otra forma y con el rigor y af¨¢n de belleza como punto de partida, Santander y Cantabria toda se hacen m¨²sica durante dos meses en una sinfon¨ªa cuyos tiempos se llaman Encuentros, Concurso Internacional de Piano, Lecciones magistrales y Festival Internacional (FIS). El notabil¨ªsimo crecimiento de la asistencia, el prestigio de la Escuela Superior Reina Sof¨ªa dentro del concierto internacional de buen hacer m¨²sica, no termina cuando callan las voces e instrumentos de la aglomeraci¨®n estival. La huella, el "valor a?adido", consiste en la publicaci¨®n de grabaciones, el proyecto, ya realidad, de Magister Musicae o escuela virtual de m¨²sica, completan un horizonte cada a?o m¨¢s ancho y profundo, m¨¢s l¨²cido y prometedor respaldado por la Fundaci¨®n Alb¨¦niz y su cortejo admirable de patrocinios y mecenazgos con los que la sociedad hace suyo el apoyo de la reina Sof¨ªa.

Basta aludir al cuadro de maestros presentes y activos en el V Encuentro para medir la altura de miras, la globalidad y diversificaci¨®n de los estilos y saberes. Pensemos en Tom Krause, Rainer Schmidt, Vladimir Ashkenazy, Peter Csaba, Vitaly Margulis, Edgar Nebolsin, que acaba de alzarse con el Premio Richter, en los cuartetos Accord (Hungr¨ªa), Modigliani (Francia), Quiroga o Casals (Espa?a), a t¨ªtulo indicativo. Estimemos en cuanto vale la atenci¨®n a la gran herencia musical cl¨¢sica, rom¨¢ntica, moderna y contempor¨¢nea viva en un repertorio que considera a Bach, Brahms o Beethoven en s¨ª mismos y como futura posibilidad de Britten, Falla, Ernesto Halffter, Olivier Messiaen, Tansmann o Szymanowsky; en la tan lejana y casi olvidada obra camer¨ªstica de Carl M? von Weber, en los vigentes tr¨ªos y cuartetos de Turina, en el Strauss no sinf¨®nico ni teatral.

Merece la pena abandonar, por una vez, el comentario a un concierto determinado para llamar la atenci¨®n sobre una misi¨®n de alcance cultural evidente capaz de formar p¨²blicos e int¨¦rpretes. Estamos, en definitiva, ante la b¨²squeda de la verdad para la m¨²sica que ya escribi¨® Gabriel Marcel que si "las palabras mienten, la m¨²sica dice la verdad" y cuanto menos vanidoso sea su ejercicio, la veracidad alcanzar¨¢ medida m¨¢s trascendente. Como las logradas en su quinta edici¨®n por los Encuentros que dirige Paloma O'Shea y su "estado mayor", del que no pueden obviarse los nombres de Zahkar Bron, Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Asensio, Paul Neubauer, Frank Helmerson, Natalia Shakovskaya, Jaime Mart¨ªn, Hansj?rg Schellenberger, Jarl-Heinz Steffens, Klaus Thunemann o Richard Watkins.