"Apenas hay melod¨ªas decentes en la radio"
Su primer compacto ha sido comparado con el disco de debut de Norah Jones (Come Away With Me). No en vano, Amos Lee ha contado con la propia Norah cantando y tocando el piano en dos de los cortes del ¨¢lbum y con el novio de ella, Lee Alexander, produci¨¦ndolo y tocando el bajo. Nacido en Filadelfia hace 27 a?os, Amos Lee apuesta por los sonidos setenteros: del primer soul al ¨²ltimo folk-rock sin paradas intermedias.
PREGUNTA. La cr¨ªtica no acierta a situarle en ninguna categor¨ªa.
RESPUESTA. Es que, realmente, no me ajusto a ninguna. Si tuviera que elegir, dir¨ªa que soy un cantante folk, o un cantautor, ¨¦sa es la l¨ªnea con la que m¨¢s me identifico, la de John Prine o James Taylor.
P. Quienes ahora le descubren, se preguntan d¨®nde ha estado metido todo este tiempo.
R. Mi sue?o, de joven, era llegar a ser profesional del baloncesto, hasta que me di cuenta de que nunca llegar¨ªa a ser realmente bueno. Para entonces ya tocaba la guitarra, me gustaba cantar y componer y termin¨¦ por contactar con un grupo de cantautores con los que me reun¨ªa, cant¨¢bamos en tugurios... al tiempo, me ganaba la vida trabajando como camarero y cantando en los descansos.
P. Resulta curioso que fuera un sello especializado en jazz el que se fijara en usted aunque, escuch¨¢ndole en ]]>Dreamin', da la impresi¨®n de que el jazz no le resulta indiferente en absoluto.
R. Naturalmente, me encanta el jazz. De joven, estuve empleado en el departamento de jazz de una tienda de discos, vend¨ªa sobre todo elep¨¦s antiguos, piezas de colecci¨®n, y de ah¨ª me viene un cierto gusto por la est¨¦tica cl¨¢sica del jazz. De hecho, uno de mis cinco discos preferidos son las grabaciones del Village Vanguard, de John Coltrane.
P. ?Los otros cuatro?
R. Hill, de Bill Withers; Harvest, de Neil Young; el primero de John Prine, y One Man Dog, de James Taylor. Escucho de todo, m¨²sica folk, jazz, soul, rock antiguo y de ahora...
P. Las canciones del disco provienen de sus tiempos en la bohemia, presumo.
R. En realidad, el disco contiene tanto canciones antiguas como nuevas. Hab¨ªa que elegir un n¨²mero de canciones que fueran lo m¨¢s variadas posibles, descartamos las que no funcionaban o resultaban demasiado parecidas entre s¨ª y, al final, nos quedamos con las 11 que lo componen.
P. Sus canciones hablan de soledad, de nostalgia...
R. Es que, llegado a cierta edad, uno se vuelve reflexivo.
P. Es cierto que parece haber recorrido un largo camino sin tener siquiera un disco en el mercado. De hecho, ya ha cantado ante miles de personas, delante de Bob Dylan o BB King.
R. Si le soy franco, el hecho no me produjo ninguna sensaci¨®n en especial, salvo que estar delante de miles de personas te obliga a adaptar tu repertorio eliminando las canciones m¨¢s ¨ªntimas. Pero, aparte de eso, no hay gran diferencia entre cantar ante cien o ante cinco mil personas. Para m¨ª tuvo un significado mucho mayor cuando cant¨¦ delante de Mose Allison en un local de Nueva York, pero es que Mose es una de mis referencias en la m¨²sica, un verdadero maestro. Por lo dem¨¢s, tampoco es que tuviera demasiado contacto con ¨¦l, como no lo tuve con Dylan o con BB King. Me salud¨® cort¨¦smente, nos dimos la mano y poco m¨¢s.
P. Deduzco que su pr¨®xima actuaci¨®n en el Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n delante de Joe Cocker tampoco le pone nervioso.
R. Pues no especialmente. Lo que realmente me importa es que ser¨¢ mi primera toma de contacto real con el p¨²blico en este pa¨ªs y me gustar¨ªa dejar una imagen precisa de mi m¨²sica.
P. En su disco cuenta con la colaboraci¨®n de Norah Jones tocando el piano y cantando. Hay quien ve en usted a su encarnaci¨®n en masculino.
R. Es algo que no me molesta en absoluto. Norah es una buena amiga y un gran m¨²sico, nos compenetramos. Fue su manager quien le hizo llegar una demo m¨ªa y luego ella me llam¨® para seguirla en una gira por Europa, Estados Unidos y Canad¨¢.
P. Ahora le queda lo m¨¢s dif¨ªcil: cantar las mismas canciones una y otra vez, lo que es el mejor m¨¦todo para odiarlas.
R. Por eso mismo, creo en la necesidad de abrochar perfectamente las canciones. Si me da a elegir entre la letra y la m¨²sica me quedo con las dos, dir¨ªa que la una lleva a la otra aunque, normalmente, compongo primero la letra y luego la m¨²sica. Pero siempre, que la letra signifique algo, y la m¨²sica, que tenga la enjundia necesaria. Lo que ocurre es que hoy en d¨ªa apenas puedes escuchar una melod¨ªa medio decente por la radio.
Amos Lee act¨²a el 25 de julio en el Festival de Jazz de San Sebasti¨¢n.
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