En defensa del coito
LEYENDO, ESCRIBIENDO es una suerte de po¨¦tica en el que los rasgos de otros escritores construyen el retrato del propio Julien Gracq. Como el libro mismo, esa po¨¦tica tambi¨¦n es fragmentaria y hay que rastrearla en sus lecturas de Stendhal, Flaubert o Proust. As¨ª, para Gracq, que se mueve sin tropezar en el l¨ªmite de la contradicci¨®n, el tema es decisivo pero la renovaci¨®n de la literatura no la da un nuevo tema sino un tempo nuevo. Igualmente, hace una sostenida defensa del sentido pero duda de la existencia de una verdad en la novela: "Siempre me ha sorprendido el malentendido que hace de la novela un instrumento de conocimiento (...). La novela es un addendum a la creaci¨®n que no la aclara ni la desvela en nada: lo que un ni?o de siete a?os sabe en cuanto pone la nariz en su primer libro verdadero (tendr¨¢ todo el tiempo de sus estudios para intentar olvidarlo laboriosamente)". Leyendo, escribiendo rebosa erudici¨®n pero quiere ser, sobre todo, una reivindicaci¨®n del placer de la lectura. De ah¨ª las brillantes, y discutibles, p¨¢ginas dedicadas a la cr¨ªtica literaria, empe?ada, dice, en explicarnos una obra "antes incluso de que nos guste". Como en su propio trabajo de ficci¨®n, Gracq va continuamente de la novela a la poes¨ªa, y cabr¨ªa decir que lo hace siempre a favor del surrealismo y en contra de Paul Val¨¦ry, que atacaba a la novela "a la manera de un gimnasta que criticara la falta de econom¨ªa en los movimientos del coito". Parcial hasta el capricho, ¨¦ste es el cuaderno de lecturas de un escritor cuyas pasiones ense?an tanto como sus man¨ªas. Ya sabemos que los buenos lectores est¨¢n hechos a medias de amor y de odio. Y en este caso, ambos son de la mejor calidad.
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