La polic¨ªa pide medidas excepcionales
El clima de p¨¢nico amenaza con dar prioridad a la acci¨®n policial en detrimento de la pol¨ªtica
El clima de tensi¨®n que se vive en Londres amenaza con dejar en la cuneta la acci¨®n a largo plazo perge?ada por Tony Blair para pasar la p¨¢gina de la guerra de Irak, que ha marcado su segunda legislatura y quiz¨¢s su legado como primer ministro: presi¨®n a Estados Unidos en Oriente Pr¨®ximo, trabajo de fondo en el seno de la comunidad musulmana brit¨¢nica y lucha contra la pobreza a trav¨¦s del G-8. Los atentados han desatado las urgencias y la polic¨ªa ha pedido medidas excepcionales, como aumentar de dos semanas a tres meses la detenci¨®n cautelar sin cargos de los sospechosos de terrorismo.
Blair se comprometi¨®, inmediatamente despu¨¦s de las bombas del 7 de julio, a pactar con la oposici¨®n la revisi¨®n de la actual legislaci¨®n antiterrorista. El clima de unidad pol¨ªtica que impera en el Reino Unido tras la conmoci¨®n del 7-J permiti¨® al ministro del Interior, Charles Clarke, pactar un primer paquete de medidas y acelerar su tramitaci¨®n para que entren en vigor a finales de a?o en lugar de la pr¨®xima primavera. Se pact¨® tambi¨¦n desgajar de ese paquete la delicada cuesti¨®n de las ¨®rdenes de control, una panoplia de medidas que permiten a los servicios de seguridad mantener bajo estricto control a los sospechosos de terrorismo con una participaci¨®n relativamente modesta del Poder Judicial y la defensa.
El paquete consensuado abarca desde medidas contra la "incitaci¨®n indirecta" al terrorismo -como la defensa gen¨¦rica de los suicidas- hasta el participar en actos preparatorios -como campos de entrenamiento lo mismo en territorio brit¨¢nico que en el exterior- o acceder a informaci¨®n que pueda ser utilizada con fines terroristas, como descargar de Internet manuales para la fabricaci¨®n de explosivos. Una de las claves de la nueva legislaci¨®n ser¨ªa la deportaci¨®n de extranjeros condenados por algunos de estos delitos.
Blair se reserv¨® entonces el derecho a impulsar otras medidas adicionales de forma urgente si los servicios de seguridad se lo ped¨ªan a la luz de las investigaciones de los atentados del 7 de julio.
Entre las medidas solicitadas esta semana por la polic¨ªa y los servicios secretos figuran algunas que dif¨ªcilmente progresar¨ªan si el Reino Unido no estuviera sumido en un ambiente de conmoci¨®n y miedo como el que se respira en Londres. Entre esas medidas, seg¨²n el diario The Guardian, destaca la solicitud de extender de las actuales dos semanas a tres meses el periodo de detenci¨®n preventiva sin cargos de un sospechoso de terrorismo. Los servicios de seguridad argumentan que, dada la complejidad de las investigaciones, dos semanas no son suficientes para dirimir la relaci¨®n de un sospechoso con atentados como los de estos d¨ªas, provocados aparentemente por personas en principio no fichadas por previas actividades relacionadas con el terrorismo.
Otras medidas exigidas por la polic¨ªa son el derecho a cerrar determinadas p¨¢ginas de Internet, castigar a quienes no den pleno acceso a todo tipo de archivos en un ordenador incluyendo aquellos cerrados con claves de acceso, que se haga p¨²blico el nivel de alerta antiterrorista, un nuevo sistema de acuerdos t¨¢cticos entre fiscales y defensores para acelerar los procesos judiciales y que los condenados por terrorismo puedan ver rebajadas sus penas si colaboran con informaci¨®n antes de los juicios, que los acusados puedan aportar informaci¨®n que s¨®lo sea conocida por los servicios de inteligencia y no sea utilizada en juicio, que los sospechosos de terrorismo est¨¦n obligados a responder como lo est¨¢n los directores de compa?¨ªas acusados de fraude fiscal, obligaci¨®n del sector privado a dotarse de determinadas medidas de seguridad, puesta a disposici¨®n de la polic¨ªa de los guardias privados en caso de atentado e instalaci¨®n de una nueva generaci¨®n de c¨¢maras de seguridad en puertos y aeropuertos.
En este ambiente, las palabras de presentaci¨®n del informe anual del Foreign Office sobre derechos humanos, pronunciadas el jueves por el viceministro Ian Pearson, han pasado totalmente inadvertidas: "Una activa pol¨ªtica exterior que desarrolle el respeto por los derechos humanos es vital en nuestros esfuerzos combinados contra el terrorismo. Para tener ¨¦xito a largo plazo no basta con detener a los terroristas de hoy, sino evitar que haya m¨¢s gente que sea vea atra¨ªda por el terrorismo en el futuro", dijo.
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