Huida masiva de Sharm el Sheij
La capital tur¨ªstica del mar Rojo se queda vac¨ªa de turistas
Sharm el Sheij, la capital tur¨ªstica del mar Rojo, ha empezado a vaciarse. Millares de extranjeros salen de manera precipitada a medida que consiguen una plaza en los aviones. Los turistas espa?oles abandonan tambi¨¦n la regi¨®n y se disponen a volver a casa. [Anoche lleg¨® a Barajas el primer vuelo ch¨¢rter, con 98 personas a bordo. Muchas se quejaron de abandono por parte del Gobierno y de la Embajada en El Cairo].
Millares de extranjeros salen de la ciudad a medida que consiguen plaza en los aviones
La ocupaci¨®n hotelera en Sharm el Sheij ha ca¨ªdo casi un 70%. Mientras se produce el ¨¦xodo tur¨ªstico, la polic¨ªa egipcia ha desencadenado una caza sin cuartel en la pen¨ªnsula del Sina¨ª, donde ha detenido por su presunta implicaci¨®n en los atentados del s¨¢bado a casi un centenar de personas, en su mayor¨ªa beduinos. Los atentados se saldaron con 88 muertos y m¨¢s de 200 heridos.
M¨¢s de 6.500 turistas extranjeros, a bordo de 46 aviones, abandonaron de manera precipitada el s¨¢bado la ciudad balnearia de Sharm el Sheij, atemorizados por el triple atentado terrorista que se hab¨ªa producido en la ciudad unas horas antes. La salida de turistas de la zona prosigui¨® ayer, domingo, de manera constante a medida que los viajeros iban consiguiendo plazas en los aviones que sal¨ªan de la capital del mar Rojo.
La salida m¨¢s espectacular ha sido la de los turistas italianos, 3.000 de los cuales han abandonado de golpe la ciudad. M¨¢s de 1.500 personas llegaron en la madrugada del domingo a Roma en una decena de vuelos directos desde Sharm el Sheij. Detr¨¢s de ellos han salido cerca de 350 alemanes y un n¨²mero indeterminado de daneses, holandeses y franceses, seg¨²n anunciaron las autoridades locales. El primer vuelo ch¨¢rter franc¨¦s aterriz¨® en Par¨ªs ayer por la ma?ana. A bordo viajaban unas 200 personas, muchas de las cuales aseguraron estar "perturbadas psicol¨®gicamente". En el aeropuerto de Londres, las familias acogieron, emocionadas, a m¨¢s de 200 brit¨¢nicos que tambi¨¦n decidieron abandonar la costa del mar Rojo.
Sharm el Sheij, que se encontraba en el punto m¨¢s alto de la campa?a tur¨ªstica del verano, ha empezado a quedarse vac¨ªa. Las calles est¨¢n pr¨¢cticamente desiertas, as¨ª como los restaurantes, comercios y los lugares de atracciones nocturnas. Los pron¨®sticos son aterradores, seg¨²n aseguran los operadores tur¨ªsticos de la zona, quienes empiezan a vislumbrar una de las peores crisis de la regi¨®n, solo comparable a la acaecida en 1991 a ra¨ªz de la primera guerra del Golfo.
[Tambi¨¦n los turistas espa?oles est¨¢n volviendo a casa. Un total de 98 llegaron anoche a Madrid directamente desde Sharm el Sheij, informa Guillaume Fourmont. Era el primer vuelo ch¨¢rter que despegaba desde la costa del mar Rojo hacia Espa?a. No hubo llantos ni l¨¢grimas, y s¨ª, en cambio, quejas y rabia por la actuaci¨®n de la Embajada espa?ola en Egipto.
"Hemos sentido verg¨¹enza de tener un pasaporte espa?ol". Vicente Sebasti¨¢n, de unos 40 a?os, es rotundo a la hora de recordar las 24 horas que siguieron a las explosiones. "No hubo informaci¨®n ni coordinaci¨®n por parte de la Embajada". Tampoco entiende por qu¨¦ las autoridades espa?olas no fletaron un avi¨®n para repatriarlos. A su lado, Yago Garc¨ªa, asturiano de 33 a?os, explica que "hasta Chipre lo hizo para 10 personas. Las Embajadas del Reino Unido, Italia y Alemania se portaron mucho mejor con sus ciudadanos. Nosotros nos quedamos solos".
Su esposa, Raquel ?lvarez, a¨²n en estado de choque y a punto de llorar al recordar sus vacaciones, asegura que el funcionario espa?ol enviado a Sharm el Sheij no se interes¨® por su suerte. Yago insiste: "Les pregunt¨¦ qu¨¦ pod¨ªan hacer para nosotros. 'Nada', me contestaron". Yago y Raquel dorm¨ªan en el hotel Movenpick, afectado por las explosiones. Ambos aseguran que ninguna de sus llamadas telef¨®nicas a la Embajada recibieron respuesta].
Otros espa?oles hab¨ªan abandonado Egipto el mismo s¨¢bado, horas despu¨¦s de los atentados. En el Hospital Internacional de Sharm el Sheij permanec¨ªa a¨²n ingresada Ana Mar¨ªa S¨¢nchez Ruiz, una de los cuatro espa?oles heridos. La paciente, que sufri¨® heridas en el abdomen a consecuencia de la explosi¨®n que se produjo cerca del aparcamiento del hotel Movenpick, fue operada de urgencia el mismo viernes por la noche de una hemorragia intestinal. Cuatro de sus familiares llegaron ayer de Murcia. La joven, de 23 a?os, vive en Egipto desde hace cuatro meses. Ingeniera qu¨ªmica, Ana Mar¨ªa trabaja en la construcci¨®n de una planta de licuefacci¨®n de gas en el norte del pa¨ªs. Su intenci¨®n era permanecer en Egipto al menos durante dos a?os.
"Deseamos llevarla a casa cuanto antes, pero para ello su situaci¨®n tiene que ser estable", asegura Mar¨ªa In¨¦s, de 33 a?os, hermana de la herida, en uno de los pasillos del ¨²nico hospital de la ciudad, mientras Ana Mar¨ªa permanece sedada en la unidad de cuidados intensivos. La salida precipitada de los turistas ha empezado a golpear a la econom¨ªa y a los empleados locales de la ciudad. Numerosos trabajadores del sector de la construcci¨®n y de la hosteler¨ªa han sido despedidos en poco menos de 24 horas. Muchos de estos trabajadores se amontonaban ayer en las estaciones de autobuses tratando de encontrar una plaza en los veh¨ªculos que deben transportarlos a la regi¨®n de El Cairo.
"Ten¨ªamos un contrato de un mes para trabajar en la construcci¨®n de un hotel, pero ayer fuimos despedidos", asegura Mohamed, un alba?il de 28 a?os. A?ade, sin embargo, que no partir¨¢ de la ciudad sin que le abonen religiosamente los salarios atrasados, es decir, 25 libras egipcias por d¨ªa trabajado, el equivalente a cuatro euros por una jornada de 10 horas.
La ciudad dormitorio de Los Altos del Nur, donde se alojan los egipcios que trabajan en las industrias locales, ha empezado tambi¨¦n a vaciarse. La orden de repliegue no s¨®lo la han dado las empresas, sino tambi¨¦n la polic¨ªa y las fuerzas de seguridad, que no quieren ver deambular por la ciudad a obreros en paro. El ocaso parece haber llegado a Sharm el Sheij.
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