Zapatero se re¨²ne hoy con Blair para mejorar la lucha antiterrorista

El terrorismo ser¨¢, por fuerza de su tr¨¢gica actualidad tanto en Londres como en Sharm el Sheij (Egipto), el tema central del encuentro que el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, mantendr¨¢ hoy en la capital brit¨¢nica con su hom¨®logo del Reino Unido, Tony Blair. La cita fue acordada el pasado junio para aproximar las posiciones de ambos l¨ªderes de cara a la actual presidencia brit¨¢nica de la Uni¨®n Europea.

La lucha antiterrorista es, en ese contexto, el campo donde mejor pueden fraguar las aspiraciones de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y de Tony Blair de mejorar sus relaciones.

Es m¨¢s f¨¢cil que se hable hoy en Downing Street de la aplicaci¨®n de la euroorden, para entregar sin extradici¨®n a terroristas y otros delincuentes, que tanto Espa?a como el Reino Unido impulsaron hasta adelantar un a?o su entrada en vigor, en 2003, que de los Presupuestos de la UE para el septenio 2007-2013, un terreno en el que las aspiraciones de Madrid y Londres siempre ser¨¢n divergentes.

La emergencia terrorista facilita, de hecho, el desarrollo de la apertura al l¨ªder brit¨¢nico que Rodr¨ªguez Zapatero hizo el pasado 17 de junio, en cuanto el fracaso del primer Consejo Europeo posterior al no a la Constituci¨®n europea en el refer¨¦ndum franc¨¦s puso en evidencia la crisis del eje Par¨ªs-Berl¨ªn. No obstante, la prueba del ¨¦xito del encuentro ser¨¢, precisamente, que sus protagonistas sean capaces de ir m¨¢s all¨¢ de la lucha contra el terrorismo y presenten resultados tambi¨¦n en el campo de la pol¨ªtica econ¨®mica.

Una declaraci¨®n final de solidaridad e intercambio de informaci¨®n frente a la amenaza de las bombas colocadas por terroristas, unida a un reconocimiento del "esp¨ªritu constructivo" de la actual presidencia de la Uni¨®n Europea, como la que Blair y el jefe del Ejecutivo franc¨¦s, Dominique de Villepin, hicieron el pasado domingo, ser¨ªa poca cosa para Zapatero.

El presidente del Gobierno espa?ol se mostr¨® abierto el pasado junio a considerar los pros del liderazgo que Tony Blair ofreci¨® a la Uni¨®n para una reforma basada en los objetivos de crecimiento econ¨®mico y creaci¨®n de empleo, m¨¢s que en metas institucionales que impliquen cesiones de soberan¨ªa. Incluso admiti¨® Zapatero que la exigencia brit¨¢nica de que cualquier arreglo presupuestario pase por una reforma de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC) pueda ser razonable, aunque m¨¢s adelante, a?adi¨® enseguida.

Espa?a mantiene con firmeza que la reforma de la PAC aprobada en 2002 tiene que seguir en vigor hasta 2013, y sobre esto es dif¨ªcil que se negocie. Tambi¨¦n parece claro que la ola de atentados no favorece que la presidencia brit¨¢nica concentre su atenci¨®n en las llamadas perspectivas financieras de la UE.

La Agenda de Lisboa

Hay otros campos relativos a cuestiones econ¨®micas en los que coinciden las posiciones de los ¨²nicos dos pa¨ªses grandes europeos que, como ha subrayado ¨²ltimamente la diplomacia espa?ola, han reformado sus mercados laborales y liberalizado sus sistemas productivos. El primero de ellos es la Agenda de Lisboa, el programa de modernizaci¨®n para que Europa compita con EE UU. Si este fue el primer punto de entendimiento de Tony Blair con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, no hay motivo para que no una ahora a dos pol¨ªticos que podr¨ªan encontrarse en cualquier punto de la llamada Tercera V¨ªa.

Probablemente, Blair querr¨¢ m¨¢s, y pedir¨¢ a Rodr¨ªguez Zapatero que le ayude a resucitar la denominada Directiva Bolkiestein, la norma comunitaria llamada a extender la libertad de establecimiento en el sector servicios, que en v¨ªsperas del refer¨¦ndum franc¨¦s fue sacrificada con urgencia para disipar fantasmas tan poderosos como el del fontanero polaco.

Blair tiene pocos apoyos entre los 25 y se siente acosado en su propio partido, de manera que una aproximaci¨®n a Rodr¨ªguez Zapatero de contenido concreto le podr¨ªa resultar beneficiosa. En los ¨²ltimos d¨ªas, el primer ministro brit¨¢nico ha correspondido a la atenci¨®n del jefe del Ejecutivo espa?ol, agradeci¨¦ndole p¨²blicamente su cooperaci¨®n tras los atentados de Londres.

En ese sentido, no habr¨¢ problemas para que la entrevista de hoy sea positiva ni para que incluya alguna manifestaci¨®n o iniciativa com¨²n sobre los problemas que la aplicaci¨®n de la euroorden est¨¢ encontrando en Alemania.

Pero incluso este terreno puede resultar delicado, debido a la relaci¨®n que, a diferencia de Rodr¨ªguez Zapatero, establece Blair entre la lucha antiterrorista y la invasi¨®n de Irak. En medios diplom¨¢ticos brit¨¢nicos se ha insistido hasta la saciedad en que el empe?o del presidente del Gobierno espa?ol en explicar su posici¨®n sobre el conflicto iraqu¨ª fue el motivo de la mala impresi¨®n que dej¨® al premier brit¨¢nico la ¨²nica entrevista directa que hasta ahora han mantenido, en junio de 2004 y en la misma sede, los dos l¨ªderes.

?Puede ser la Alianza de Civilizaciones, considerada por Rodr¨ªguez Zapatero como un elemento esencial de la lucha antiterrorista, la manifestaci¨®n del mismo obst¨¢culo en esta segunda cita? Si fuera as¨ª, el riesgo de tropiezo es grande, porque el jefe del Ejecutivo espa?ol ver¨¢ a Blair el mismo d¨ªa y en el mismo lugar que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, el otro gran mentor de la Alianza en el seno de Naciones Unidas.