Arte coreano

El ¨¦xito internacional de Memories of murder, de Bong Joon-Ho, y de Old Boy, de Park Chan-Wook, ha hecho que el cine coreano salga del anonimato en las salas espa?olas e, incluso, que una parte de la cr¨ªtica afirme (exageradamente) que el mejor cine actual se est¨¢ haciendo all¨ª. Para confirmarlo (o desmentirlo) llega Ebrio de mujeres y pintura, un drama sobre la siempre interesante pareja que muchas veces forman el artista y el animal salvaje que ¨¦ste lleva dentro, avalada por el premio al mejor director en el Festival de Cannes de 2002.

Ambientada a finales del siglo XIX, la pel¨ªcula est¨¢ basada en el personaje real de Jaang Seung-ub, pintor que se atrevi¨® a romper con las reglas de la tradici¨®n art¨ªstica y que s¨®lo pod¨ªa trabajar si antes no estaba completamente borracho de alcohol y sexo. La historia se centra en la angustia de vivir, en un sentido tr¨¢gico de la existencia que es narrado por Kwon Taek de una forma deslavazada, con un montaje en el que los flash backs atropellan a la acci¨®n principal y no hacen fluir a la pel¨ªcula. Pese a su espor¨¢dica belleza, Ebrio de mujeres y pintura resulta demasiado convencional y quiz¨¢ se vea mejor como un interesante documento antropol¨®gico que como una historia capaz de causar conmoci¨®n.