Lucha de clases
La "alianza de civilizaciones" que propaga Zapatero es interesante aunque imposible. Lo que ocurre no es una guerra de civilizaciones, sino un aspecto de la lucha de clases. Nada nuevo, si respetamos a Marx (no hay ninguna raz¨®n para negarle el talento), que dec¨ªa que la historia del mundo es la historia de la guerra de clases. El propio presidente lo subrayaba en el mismo curso de sus palabras: el grupo mundial de personas asoladas y desoladas por el hambre, la mortalidad infantil, la explotaci¨®n, la exposici¨®n m¨¢xima a los fen¨®menos naturales, tratan de recuperar lo que un d¨ªa fue suyo, y algunos lo que jam¨¢s ha sido de ellos. No, dice el melifluo Rajoy. Dice que no porque es un hombre que dice no. Pero tiene un ejemplo que arrojar a su adversario: ETA no est¨¢ en esa parte del mundo, el Pa¨ªs Vasco es una zona privilegiada del mundo y, sin embargo, sale de all¨ª un terrorismo. Est¨¢bamos solos ¨¦l y yo en el saloncillo de mi casa, Rajoy y yo, y no s¨¦ qu¨¦ palabrota lanc¨¦ a su materia irradiada. Fea, sin duda. Los dogm¨¢ticos se precipitan siempre en la sima de la tonter¨ªa cuando eligen su dogma antes que la verdad. El dogma que emiti¨® en los peores d¨ªas su dios, que le cre¨® a su imagen y semejanza, es el de que todos los terrorismos son iguales; ergo, si el vasco no brota del hambre, ning¨²n terrorismo sale del hambre, sino de otros motivos: los de la inspiraci¨®n del Eje del Mal, seg¨²n el hermano mayor de este in¨²til rito. Corea negocia sobre sus posibles bombas at¨®micas: y su hambre, y ofrece desatomizarse si se le ayuda con alimentos y otros bienes que necesita uno de los pa¨ªses con m¨¢s problemas del mundo. Bush, buen americano de bandera grande en la solapa -todos aumentan el tama?o de sus banderotas; para aumentar el concepto de patria; dios, patria y rey era uno de los lemas de la Cruzada criminal espa?ola; incluso el rey se muestra mucho m¨¢s grande en la figura de su sucesor-, tiene bien inscrito en su memoria el fracaso anterior en Corea.
La historia del mundo es la de la acumulaci¨®n de bienes de unos, que terminan formando sola clase, y su p¨¦rdida por otros. La guerra actual es una defensa para recuperar lo perdido. Tiene la forma cl¨¢sica del terrorismo como lucha del pobre contra quien defiende su acumulaci¨®n de bienes con armas de destrucci¨®n. Es el estilo de guerrear lo que llamamos terrorismo; no es ideolog¨ªa, inspiraci¨®n, igualdad.
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