El Tanque que se convirti¨® en goleador
"Mira estos videos, que hemos fichado a un nuevo Mauro Silva". Monchi, director t¨¦cnico del Sevilla, se acerc¨® un d¨ªa del verano de 2003 a Joaqu¨ªn Caparr¨®s, por entonces entrenador del equipo, y le present¨® el nuevo fichaje, conocido en Brasil como El Tanque. Otro medio defensivo para el Sevilla, debi¨® pensar el preparador, supuestamente un jugador de contenci¨®n, pase corto y quite, como el elegante brasile?o del Deportivo. El basti¨®n de la defensa. La pegatina de los videos rezaba: Julio Baptista (S?o Paulo, Brasil, 1981).
Cuando Caparr¨®s apag¨® la televisi¨®n y guard¨® las cintas ya no estaba tan seguro de que hubieran invertido algo menos de tres millones de euros en fichar a un mediocentro defensivo del S?o Paulo. "Me impresion¨® su llegada y, lo que es m¨¢s importante, su capacidad innata para definir en el ¨¢rea", cont¨® ayer Caparr¨®s.
Unos pocos entrenamientos bajo el sol sevillano le sirvieron para decidirse. "T¨², a jugar m¨¢s cerca de la porter¨ªa", orden¨® Caparr¨®s, preocupado por la falta de goleadores en su equipo. Y Baptista pas¨® a habitar las cercan¨ªas del ¨¢rea, esos metros indefinidos que separan la porter¨ªa contraria del centro del campo. El cambio no le gust¨®. "Reaccion¨® a la defensiva, como diciendo... 'a ver que va a pasar", explica Caparr¨®s. "Hasta que se crey¨® un goleador". No le debi¨® costar mucho: en 63 partidos con el Sevilla, Baptista ha marcado 38 goles.
En pocos meses, Baptista, aquel centrocampista revoltoso, en ocasiones despegado en la marca y poco acertado en el pase, se convirti¨® en un goleador esplendido. Hab¨ªa nacido La Bestia, como le apodaron en Sevilla. "Acercarle a la porter¨ªa fue perfecto para aprovechar su potencia f¨ªsica, sus llegadas desde segunda l¨ªnea y su capacidad de sorpresa", cuenta Caparr¨®s. "Todo eso y su mentalidad colectiva, su capacidad para pensar en el equipo, le ayudar¨¢ mucho al Madrid, que hasta ahora no ten¨ªa mucho de eso", contin¨²a. "Es un futbolista impresionante, un pedazo de fichaje para el Madrid".
En su primera temporada con el Sevilla, Baptista llev¨® al equipo hasta la UEFA. Europa descubri¨® entonces sus goles y sus potentes arrancadas, casi un hurac¨¢n en el balc¨®n del ¨¢rea. "Su sola presencia atrae a los contrarios, porque es muy potente y obliga a que cambien su esquema poniendo un medio defensivo s¨®lo para ¨¦l", cuenta Caparr¨®s. Desde entonces, el tel¨¦fono del delantero no ha parado de sonar. Y con frecuencia, del otro lado de la l¨ªnea llegaba l a voz de Ars¨¨ne Wenger, el entrenador del Arsenal, ingl¨¦s, que le reclamaba para su equipo. "Estoy impaciente por que venga", admiti¨® el preparador franc¨¦s.
Baptista tambi¨¦n estaba preparado para dar el salto. "Sue?o con llegar alg¨²n d¨ªa a un equipo grande", dec¨ªa de vez en cuando. Lo normal en un jugador que, cuenta su antiguo entrenador, siempre quiere m¨¢s, aunque eso signifique pasar por el gimnasio, trabajar la t¨¦cnica -"debe centrarse en el control y la salida del bal¨®n, adem¨¢s de en la ejecuci¨®n", recuerda Caparr¨®s - o potenciar el f¨ªsico. Aunque a veces se pasa.
Durante la Copa Am¨¦rica, los t¨¦cnicos de la selecci¨®n brasile?a le avisaron de que la descompensaci¨®n entre la masa muscular anterior y posterior de sus piernas era evidente. Quiz¨¢s hab¨ªa hecho demasiadas pesas. "Nunca he sido de esos que se machacan todo el d¨ªa en el gimnasio para ganar masa muscular", rebati¨® ¨¦l en una entrevista. "Aunque la verdad es que en el f¨²tbol no hay muchos jugadores con un f¨ªsico como el m¨ªo, muy fuerte, muy potente y aliado con la calidad. Cada jugador tiene sus caracter¨ªsticas". Y las suyas quiz¨¢s tengan algo que ver con los cuidados de su madre, que le sigui¨® hasta Sevilla y se qued¨® a vivir con ¨¦l para, entre otras cosas, cocinar los platos preferidos de un tanque convertido en La bestia.
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