Deportes n¨¢uticos de costa a costa

Con ser 8.000 los kil¨®metros de costa, la falta de cultura n¨¢utica, de conciencia costera, ha sido caracter¨ªstica en Espa?a. A las playas les correspondi¨® el ocio l¨²dico, y a los puertos, la vertiente deportiva, a trav¨¦s de clubes y escuelas. La cultura del sol alcanzaba, pues, hasta donde se llegaba nadando. Y poco m¨¢s.

Hoy el cambio de formato es manifiesto gracias al pujante desarrollo de las estaciones n¨¢uticas, al que se han sumado Turespa?a y siete comunidades aut¨®nomas destinando 280.000 euros en su promoci¨®n.

El fen¨®meno de estos espacios tur¨ªsticos adopta las premisas conceptuales del esqu¨ª. Y geogr¨¢ficamente tiene su origen en Francia, puesto que fueron bretones los primeros en fusionar mar, deporte y actividades complementarias buscando romper la estacionalidad. Innovaci¨®n espa?ola fue a?adir el alojamiento al paquete.

La estaci¨®n n¨¢utica, m¨¢s all¨¢ del t¨ªpico chirinegocio recreativo del que nada se sabr¨¢ al mes siguiente, busca acercarse al mar de forma profesional y segura; es un sello que garantiza el control de calidad sobre las empresas y el ejercicio de los derechos de los consumidores en caso de incumplimiento.

Un total de 17 estaciones se encargan de fomentar el turismo n¨¢utico. Hay un variado men¨², en el que los principiantes de agua dulce pueden chapotear de vela a buceo, de surf y windsurf a motos acu¨¢ticas, pasando por las traves¨ªas en veleros, las motos acu¨¢ticas, el skibus (banana) o el curioso parasailing (especie de paraca¨ªdas arrastrado por una motora).

Pocas decisiones suscitan tanto acuerdo como alquilar un velero en Menorca. Zambullirse al despertar en algunas de las calas m¨¢s id¨ªlicas de Espa?a, algunas s¨®lo accesibles desde el mar, es toda una exaltaci¨®n para los sentidos. Pueden alquilarse en Mah¨®n y Ciudadela.

La Estaci¨®n N¨¢utica R¨ªas Baixas, que engloba a las r¨ªas de Arosa y Pontevedra, brinda un c¨®ctel de atlantismo embriagante. Se trata de combinar un crucero por las r¨ªas y el parque nacional de las Islas Atl¨¢nticas, junto con la gastronom¨ªa y el alojamiento en casas rurales (incluida la isla de Ons). Aprovechando tambi¨¦n las calmas veraniegas, Gij¨®n ofrece una singladura para avistar calderones, delfines y, con suerte, cachalotes.

Almu?¨¦car (Granada) es uno de los puntos excepcionales que han sabido captar la atenci¨®n de buceadores, tanto noveles -playa de La Herradura- como expertos -punta de la Mona-. La visita a la Costa Brava tiene su complemento submarino en las islas Medas, en donde del 13 al 18 de septiembre se celebrar¨¢ el X Campeonato del Mundo de Fotograf¨ªa Submarina.Adem¨¢s, la Estaci¨®n N¨¢utica de L'Estartit organiza una kayakada, l¨²dica y nocturna, a las Medas el 10 de septiembre. Incluye cena popular. El brazo de mar que comunica con las marismas de Isla Cristina (Huelva) tambi¨¦n favorece la pr¨¢ctica del kayak de mar.

Las islas Columbretes (Castell¨®n) atesoran otras tantas maravillas submarinas, accesibles en barco ch¨¢rter desde Alcossebre y Oropesa del Mar.

Palam¨®s (Girona) tiene una plenitud e¨®lica de regatas de vela, catamar¨¢n y windsurf. M¨¢s ahora por su estaci¨®n n¨¢utica, la menorquina Fornells es conocida, adem¨¢s de por su caldereta de langosta, por la vela ligera y el windsurf. Tambi¨¦n Alicante ofrece numerosas posibilidades de ocio acu¨¢tico, desde navegar a vela por la bah¨ªa de Altea o por los acantilados de J¨¢vea hasta deslizarse en kitesurf por playa Llisa (Santa Pola) o Las Devesas (Denia).

En Salou (Tarragona) acaba de presentarse el flyfish, especie de martillo tirado por lancha en el que los pasajeros planean por encima del agua.

Si tuvi¨¦ramos que elegir un paraje emblem¨¢tico para la multiactividad -indicada para empresas, amigos e incluso despedidas de solteros-, ¨¦se ser¨ªa el mar Menor (Murcia), inmejorable ba?era natural para gobernar catamaranes e iniciarse en el windsurf y la vela sobre un agua que seis meses al a?o alcanza m¨¢s de 20 grados. Y ello sin contar el excelente buceo frente al cabo de Palos.