Longevos y sanos
"Come s¨®lo hasta que est¨¦s lleno al 80%", y este aforismo los ancianos de Okinawa lo cumplen a rajatabla. Tanto que se ha convertido en su garant¨ªa para llegar a viejo. Los Matsuda, hijo y madre, suman entre los dos 188 a?os. Ellos lo achacan a las bondades de su dieta, abundante en verduras y pescados.
Kama, la madre de Takeo Matsuda, bail¨® en su 100? cumplea?os, hace seis meses, rodeada de sus hijos, nietos y biznietos, en la casa que comparte con su hijo y su nuera, Keiko. Toda la familia de Kama vive a 15 minutos en coche de la casa de Okinawa, donde residen desde la II Guerra Mundial.
No hace falta ninguna celebraci¨®n especial para reunir a la familia. Los nietos acuden a la menor ocasi¨®n para degustar la comida tradicional de Okinawa que Keiko, de 75 a?os, prepara cada fin de semana. "Ans¨ªan el sabor de su infancia", nos dice mientras lava uno de sus ingredientes favoritos, tsuru murasaki, una hortaliza silvestre de la isla con cierto parecido al boniato. Keiko pica el tsuru murasaki y lo mezcla con tofu fresco y vinagre. Deja aparte la mezcla y prepara otro plato con dos verduras silvestres m¨¢s: yomogi (albahaca) y nigana, una lechuga amarga de hojas largas. Despu¨¦s lava una goya (calabaza amarga), "otro alimento que consumimos y que prolonga la vida", afirma. Saltea la calabaza con tofu, un poco de cerdo y huevo. Nos ha preparado una comida sana: muchas verduras y muy poca grasa.
Durante el resto de la semana, los Matsuda m¨¢s j¨®venes, que viven solos, tienen una alimentaci¨®n m¨¢s variada, que incluye comida r¨¢pida occidental. Esto preocupa a Keiko. Las ciudades de Okinawa est¨¢n plagadas de McDonald's, KFC y A & W, y aunque nunca ha comido en uno de ellos, est¨¢ segura de que no quiere hacerlo: "No creo que sea muy nutritivo", se?ala. ?En qu¨¦ cree que consiste exactamente la comida occidental? "Mucho pan. S¨®lo concebimos el pan como postre o aperitivo, no como un ingrediente b¨¢sico", dice. Su marido, Takeo, se apresura a suavizar sus comentarios, y habla fervientemente sobre la comida que los estadounidenses enviaron a Okinawa tras la II Guerra Mundial. "En aquella ¨¦poca no pod¨ªamos cultivar gran cosa", recuerda. "Estados Unidos nos proporcion¨® muchas verduras". Estados Unidos tambi¨¦n les ha aportado a los habitantes de Okinawa comida enlatada: el fiambre de cerdo y el at¨²n enlatados son alimentos b¨¢sicos para los Matsuda. Pero la comida r¨¢pida es un inveros¨ªmil complemento de la cocina local, basada en productos locales frescos, y de una cultura tradicional en la que la moderaci¨®n es el mantra.
"Hara hachi bu" ("Come s¨®lo hasta que est¨¦s lleno al 80%"), dicen los ancianos de Okinawa. Durante los ¨²ltimos a?os, la isla ha despertado el inter¨¦s de investigadores que intentan descubrir por qu¨¦ un gran n¨²mero de ciudadanos de Okinawa vive hasta los 100 a?os o m¨¢s. Algunos cient¨ªficos atribuyen esta longevidad a la combinaci¨®n ¨²nica e insuperable de h¨¢bitos alimentarios saludables, ejercicio y poco estr¨¦s, adem¨¢s de un compromiso comunitario para garantizar la calidad de vida de sus ciudadanos ancianos. A sus casi 101 a?os, Kama se pasa los d¨ªas en una silla de ruedas, pero todav¨ªa acude varias veces por semana a un centro de atenci¨®n diurna para ancianos para visitar a amigos suyos. Los hogares y centros de atenci¨®n de Okinawa, tanto p¨²blicos como privados, parecen lugares maravillosos, vibrantes y animados, en los que los amigos se re¨²nen para disfrutar de un masaje en los pies, voleibol acu¨¢tico, un corte de pelo o una comida. De hecho, los centros son parte integral de la comunidad, y abundan las celebraciones para las distintas fases de la vida de sus gentes. No es el nirvana para los ancianos, pero sin duda confiere dignidad al envejecimiento. Keiko se toma con calma los cambios que comporta la edad para la salud y disposici¨®n de su suegra: "Despu¨¦s de los 97, es como tener la compa?¨ªa de un ni?o grande y cordial cada d¨ªa", concluye.
Aunque siempre ha vivido con su suegra, Keiko se pregunta si alguno de sus hijos vivir¨¢ con ella cuando ya no pueda valerse por s¨ª misma. "Antes, la gente todav¨ªa quer¨ªa vivir con sus padres, pero ahora ocurre menos", afirma.
500 g. de arroz japon¨¦s, 30 g. de 'hijiki' seco (alga marr¨®n), 600 g. de 'dashi' (caldo de pescado japon¨¦s), 1 zanahoria peque?a en juliana, 170 g. de cerdo cortado en tiras finas, 3 cucharaditas de salsa de soja, sal, 1 puerro peque?o cortado en rodajas. |
Lavar el arroz y escurrirlo en un colador. Lavar el hijiki y remojar en abundante agua durante 20 minutos. Escurrir. Preparar el dashi de esta forma: hervir una bolsa de t¨¦ de dashi a fuego lento en tres tazas de agua durante 10 minutos, o bien hervir a fuego lento una porci¨®n de 5¡Á5 cent¨ªmetros de konbu (alga seca) en tres tazas de agua durante 10 minutos, retirar del fuego, a?adir ? taza de l¨¢minas de bonito, dejar macerar la mezcla durante un minuto y luego colar el konbu y las l¨¢minas de bonito. Verter el hijiki, la zanahoria y el cerdo en una arrocera el¨¦ctrica. A?adir suficiente dashi para hervir el arroz. Cuando la mezcla hierva, a?adir arroz, salsa de soja y sal al gusto; dejar hirviendo hasta que el arroz est¨¦ hecho. Cuando el arroz est¨¦ hervido, dejarlo reposar durante 10 minutos sin destapar. Luego, remover todos los ingredientes. Servir inmediatamente y decorar las porciones individuales con puerro. Las variaciones son pr¨¢cticamente ilimitadas. Casi cualquier sobra puede picarse y a?adirse al arroz. |
Okinawa
Poblaci¨®n: 1.318.220 habitantes. ?rea en kil¨®metros cuadrados, isla principal y prefectura: 1.180 / 2.264 (menor que Gran Canaria). Fuerzas militares: 25.000. Porcentaje de la isla ocupado por bases militares de EE UU: 20%. Poblaci¨®n urbana: 71%. Esperanza de vida, hombres / mujeres: 77 / 86 a?os. Lugar en la clasificaci¨®n mundial de esperanza de vida: 1. N¨²mero de centenarios por cada 100.000 habitantes en Okinawa: 33,6. N¨²mero de centenarios por cada 100.000 habitantes en la mayor¨ªa de pa¨ªses industrializados: 10. Porcentaje de mujeres centenarias de Okinawa: 85,7%. Obesidad y riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte prematura en menores de 50 a?os: puesto n¨²mero 1 en todo Jap¨®n.
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