Mi pobre Lavapi¨¦s
En qu¨¦ cabeza cabe el desaguisado que supone algunas actuaciones municipales. De nuevo el despilfarro y el mal uso de lo urbano, de lo p¨²blico, de lo de todos, como viene siendo habitual por parte de este Ayuntamiento de Madrid que padecemos desde hace demasiados a?os, y aunque con caras nuevas no mejora en lo b¨¢sico.
Entre los muchos disparates en que se encuentra inmersa esta ciudad, y no voy a hablar de la M-30, quiero analizar s¨®lo tres actuaciones en el barrio de Lavapi¨¦s, que es el barrio que m¨¢s quiero, donde he vivido y he hecho algunas cosas. Son tres actuaciones sangrantes, que son s¨®lo una muestra de la falta de talento, de imprevisi¨®n de futuro, de actuar para que se vea que se hacen cosas, y de ineptitud, en resumen, tanto de los t¨¦cnicos municipales que asesoran este tipo de actuaciones como por supuesto de los responsables pol¨ªticos de nuestro insigne consistorio, que buscan "actividad" a cualquier precio.
La plaza de Cabestreros fue construida en 1981 por iniciativa de los vecinos
El edificio de aparcamientos de Vara del Rey est¨¢ adecuado al entorno
Mi teor¨ªa es que las plazas deben ser jardines con tierra y arbolado de verdad, no con pavimentos y "arbolitos". Zonas de estancia donde se pueda descansar, jugar, reunirse, etc¨¦tera, c¨®modamente en cualquier ¨¦poca del a?o. Espacios frescos en verano, y soleados en invierno, para lo que se necesita arbolado contundente y ¨¢reas de tierra para poderse regar y refrescar el ambiente, bancos, fuentes, estanques, arbustos, setos, etc¨¦tera, y nunca c¨¦sped en Madrid. Tenemos notables ejemplos en esta ciudad para tomar ideas. Recordar aquellos tiempos en que hab¨ªa aseos p¨²blicos en muchas plazas, y fuentes para beber incluso por las calles.
Ahora hay que tomarse una ca?a para ir a hacer pis. Los bares lo agradecen. Y por supuesto, otro de los ingredientes es la vigilancia para que estos espacios sean de uso del vecindario y no de grupos marginados.
Sin embargo, la utilizaci¨®n de estos espacios como aparcamiento p¨²blico o de residentes, es un verdadero desastre sin retorno posible. Los aparcamientos en el centro deber¨ªan realizarse en edificios exclusivos o en nuevas edificaciones, donde se d¨¦ prioridad a ese uso para absorber no s¨®lo las necesidades del propio edificio, sino la de la zona que le corresponda dentro de un plan que prevea ¨¦stas y otras necesidades. Para ello lo racional es hacer los correspondientes estudios, y planes (ya se hicieron en 1990 y han ido a la papelera), y demoler los edificios que se consideren apropiados para sobre esos solares construir los aparcamientos necesarios, adem¨¢s de las viviendas para los realojos correspondientes.
Pero esto supone un cierto esfuerzo. Hay que implantarse en la zona, negociar con los vecinos, etc¨¦tera. La soluci¨®n m¨¢s f¨¢cil para el Ayuntamiento es actuar por su cuenta y hacer como que hace cosas. Para solucionar el aparcamiento lo m¨¢s sencillo es pavimentar una plaza, ponerle cuatro arbolitos, y construir un aparcamiento debajo. El suelo es suyo y no tiene que pedir permiso a nadie.
Ha salido recientemente a concurso la demolici¨®n de un edificio de aparcamientos en la plaza de Vara de Rey, para hacer viviendas municipales. Esta maravillosa propuesta significa la eliminaci¨®n de un aparcamiento existente, para hacer unas pocas viviendas.
Hay que se?alar tambi¨¦n que este edificio de aparcamiento es de los pocos que est¨¢n perfectamente adecuados al entorno, hasta el punto de que muy poca gente sabe que existe. Es un edificio excelente, que se podr¨ªa reproducir en otros lugares.
Al eliminar esa dotaci¨®n, el siguiente paso ser¨¢ hacer un aparcamiento debajo de la plaza, con la consiguiente transformaci¨®n de un buen espacio p¨²blico, arbolado con estupendos casta?os de indias, en una plaza con rampas y escaleras al subterr¨¢neo, extractores de humos y unos cuantos arbolitos. El caso es hacer obras. Que no nos falten obras.
Otro caso sangrante es el de la plaza de Cabestreros, donde se han empezado las obras para demoler lo que fue un jard¨ªn con mas de 100 ¨¢rboles de gran porte (acacias, pl¨¢tanos, casta?os de indias, magnolios, etc¨¦tera), zonas terrizas, fuentes, estanques, y un anfiteatro, para construir otro aparcamiento m¨¢s con un suelo pavimentado y unos cuantos arbolitos.
El destrozo no se ha consumado porque falta el visto bueno de Patrimonio en cuanto a la tala de ¨¢rboles, pero es s¨®lo cuesti¨®n de tiempo, pero en el primer ataque han desaparecido todas las losas y piezas de granito que formaban los bancos y fuentes, estanques y aceras.
Se?alar que esta plaza fue un hito del movimiento ciudadano, se construy¨® en 1981 por iniciativa de los vecinos, cosa que nunca han perdonado los responsables municipales. Con un uso excelente como campo deportivo, juego de ni?os, reuni¨®n de vecinos, actuaciones musicales nocturnas memorables, etc¨¦tera. Abandonada desde los inicios de cualquier cuidado o mantenimiento, se ha mantenido como un espacio excelente a pesar de todo.
No es que yo est¨¦ en contra de los aparcamientos, sino que estoy defendiendo la idea de que se construyan donde se deba, y nunca debajo de las plazas. Hay que se?alar que haci¨¦ndolos en edificios exclusivos se consigue el doble resultado de tener un servicio bien ubicado y menos densidad de viviendas, y por lo tanto menos coches que aparcar. En todo caso un edificio de aparcamiento siempre tiene vuelta atr¨¢s.
El tercer caso es el mercado de la Cebada. Aqu¨ª no se trata ya de una plaza, pero s¨ª de un espacio p¨²blico. Como la intenci¨®n del Ayuntamiento es actuar en todo lo que se pueda durante este mandato, y no hay dinero para remodelar un mercado, al estar el presupuesto de no s¨¦ cuantos lustros hipotecado por la M-30, se recurre a compensar la remodelaci¨®n con viviendas sobre el nuevo edificio. ?sta es, de nuevo, otra insensatez que conlleva la hipoteca de un suelo municipal con viviendas privadas.
Que no quede porque no se haya dicho a tiempo de evitarse. Y que no se hagan los destrozos en agosto como viene siendo habitual. Como todos sabemos, agosto es el mes de los urbanistas letales. Recapaciten, se?ores concejales, piensen un poco en los sufridos seres humanos que les rodean.
Ya nadie protesta por los asuntos que les afectan, los vecinos opinan en privado, los dirigentes de la Asociaci¨®n de Vecinos de la Corrala est¨¢n de acuerdo con lo que diga el Ayuntamiento. Por favor, que alguien haga algo.
Javier Vega es arquitecto, y antiguo socio de la Asociaci¨®n de Vecinos la Corrala.
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