IRA (y vuelta)
Ya est¨¢, ya tenemos aqu¨ª agosto. Algo nos dice que despu¨¦s de julio viene agosto pero siempre nos sorprende. Quiz¨¢ porque desear¨ªamos que los pol¨ªticos cerrasen mucho ante los parlamentos y dejaran de dar la lata. Se nota en los peri¨®dicos, quiero decir que no se resignan a eso y buscan desesperados el suceso m¨¢s nimio y la declaraci¨®n m¨¢s tra¨ªda por los pelos. Por no mencionar la consabida entrevista a uno de los sospechosos habituales, quer¨ªa decir entrevistados habituales.
Yo voy a hacer lo mismo. S¨ª, me ir¨¦ de vacaciones. Al Ulster. Para percibir a qu¨¦ sabe el cese de las armas. Noventa a?os con una pistola encima son muchos a?os y cabe suponer que la ciudadan¨ªa, que es la que suele suministrar las v¨ªctimas, respirar¨¢ aliviada. Hombre, tambi¨¦n habr¨¢ quien se regodee por la amarga moraleja que supone haber entregado los fusiles sin haber conseguido nada. Nada, excepto causar mucho dolor innecesario. No s¨¦ por qu¨¦ Otegi -con permiso del juez ya que est¨¢ con medio pie en el talego-, Permach, que es el honrado padre de familia a quien le toca poner ahora la cara de amenazar, y las jatorras matronas de EHAK, que no tienen nada que ver con todo este batiburrillo pero que necesitan vacaciones como todo perro pichi, montan un viaje patri¨®tico y se van a Irlanda del Norte para ver c¨®mo no pasa nada cuando se le r¨ªen a uno a la cara por haber exhibido m¨²sculo durante d¨¦cadas sin conseguir... nada.
Pero me han entrado dudas. A lo mejor resulta malsano respirar el aire de la libertad si luego tienes que volver a respirar el viciado de aqu¨ª. Ya, a nadie le amarga un dulce pero resulta muy f¨¢cil acostumbrarse a lo bueno para tener que conformarse con lo malo. O puede que sea al rev¨¦s, no s¨¦ me he hecho un l¨ªo. Es lo que tiene respirar aunque sea un minuto el aire puro, me refiero al de all¨¢, embriaga. As¨ª que me he puesto a consultar ofertas de viajes y he decidido mont¨¢rmelo en Getxo. Hay una oferta formidable, vas y si sabes euskera te colocan un distintivo, de modo que puedes pasearte por el pueblo luciendo orgulloso tu lengua materna. O la duramente aprendida. Tiene que resultar fascinante caminar sabiendo qui¨¦nes son los tuyos mientras observas la cara que ponen los desgraciados que carecen de lengua o perfil (tambi¨¦n le llamamos perfil en seg¨²n qu¨¦ ¨¢mbitos). No entiendo a qu¨¦ vienen determinadas protestas. ?Qui¨¦n llevar¨¢ el distintivo? Nosotros y no los caraduras que quieren hacerse pasar por supuestas v¨ªctimas. De ah¨ª que est¨¦n de sobra las desagradables alusiones a la Alemania nazi. Adem¨¢s, nadie les impide ponerse el distintivo que quieran para presumir de la lengua que gusten siempre y cuando no sea la nuestra, porque mentir¨ªan y mentir en un pecado gordo.
Definitivamente me quedo por estos pagos habida cuenta de las magn¨ªficas ofertas tur¨ªsticas que tenemos. Me ha convencido nuestra ex-musa Zenarruzabeitia (por cierto, ?se habr¨¢ enterado de que Heidi cumple 125 a?os y el Comecocos 25?) al poner de manifiesto nuestra autosuficiencia, una autosuficiencia que en su boca adquiere resonancias metaf¨ªsicas: "Madrid nos va a transferir la nada", ah¨ª queda eso. Yo al menos me siento feliz ante la perspectiva de conseguir nada menos que la nada. Ya estoy esperando el momento en que toda esa nada me caiga encima. Debe de ser como la eternidad pero en negativo, un flipe. La nada, oigan. Y para todo un pa¨ªs. Qu¨¦ fuerte, sales de ninguna parte -?qui¨¦n sabe de d¨®nde salimos los vascos?- y te vas a la nada. As¨ª con un par. Claro que no faltan los miopes que han querido ver en la boca de nuestra vice, con perd¨®n, algo parecido a una queja, un todos queremos m¨¢s porque no nos dan ni los buenos d¨ªas. Pues bien, les desmiento tajantemente. Una sociedad medio nihilista como la nuestra (?qu¨¦ sino nihilismo es el nacionalismo? ?Y no son la mitad?) s¨®lo puede contentarse con la nada por respuesta. V¨¦anlo, ?qu¨¦ va a hacer ETA ante el gesto del IRA? Nada. Pues eso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.