Edu toma las riendas
El brasile?o se convierte en el director del Valencia ante la lesi¨®n 'fantasma' de Baraja
Tanto Edu como Baraja adelantaron este verano el regreso de sus vacaciones para incorporarse a los entrenamientos del Valencia. Pero por motivos diferentes. El centrocampista brasile?o, de 27 a?os, reci¨¦n fichado y procedente del Arsenal, ingl¨¦s, estaba ansioso por conocer su nuevo equipo y sus nuevos compa?eros. As¨ª, renunci¨® a la mitad de sus d¨ªas de permiso tras jugar, y ganar, la Copa Confederaciones con Brasil para llegar a Mestalla el 12 de julio. All¨ª se encontr¨® con Baraja, mediocentro como ¨¦l, que se preparaba en solitario castigado por una lesi¨®n sin fin. Tambi¨¦n el vallisoletano, de 30 a?os, hab¨ªa anticipado su vuelta, pero por culpa de una rotura fibrilar que sufri¨® en su pierna derecha el 22 de mayo, en la pen¨²ltima jornada de la Liga pasada, y que le martiriza desde entonces. "No sabemos lo que tiene. Es preocupante", admiten los m¨¦dicos del club. Baraja ha recuperado su masa muscular, la rotura ha cicatrizado y las radiograf¨ªas no muestran ni rastro de la herida, pero sufre unos extra?os "calambrazos" cuando corre que le impiden entrenarse. La previsi¨®n inicial es que estar¨ªa recuperado en seis semanas, pero ya acumula m¨¢s de diez de baja y no se acierta con el diagn¨®stico. "Puede que sea algo nervioso", dicen los galenos.
En el inicio de temporada, Edu y Baraja representan la cara y la cruz del conjunto de Quique Flores, que hoy se juega un puesto en una de las finales de la Copa Intertoto, cuyos ganadores participar¨¢n en la de la UEFA, en la vuelta de las semifinales ante el Roda, holand¨¦s, con cuatro goles de ventaja. Su rival saldr¨¢ del choque entre el Hamburgo, alem¨¢n, y el Sigma Olomouc, checo.
Eduardo C¨¦sar Gaspar, Edu, ha causado un impacto inmediato en el Valencia. Se trata de un centrocampista zurdo de ida y vuelta, "tanto de contenci¨®n como de canalizaci¨®n", como le define el secretario t¨¦cnico, Eduardo Maci¨¤, el art¨ªfice de su fichaje. El Valencia se asegur¨® la llegada del internacional brasile?o hace ya un a?o y sin coste alguno, puesto que finalizaba su contrato con el Arsenal y rechaz¨® ofertas del Madrid y el Barcelona, adem¨¢s de otros cuadros extranjeros. El club intent¨® anticipar su llegada en el pasado mercado de invierno, pero el t¨¦cnico del equipo londinense, el franc¨¦s Ars¨¨ne Wenger, detuvo la operaci¨®n e incluso le apart¨® por negarse a renovar su compromiso.
Con sus 189 cent¨ªmetros de estatura y un gran despliegue f¨ªsico, Edu puede hacer "tanto de Albelda como de Baraja", seg¨²n ¨¦l mismo. As¨ª lo demostr¨® contra el Roda en el turno de Mestalla, en el que dirigi¨® al Valencia con un amplio cat¨¢logo de pases de gran calidad y conect¨® por la banda izquierda con Vicente y su compatriota Fabio Aurelio, a quien, curiosamente, conoci¨® en una autoescuela en S?o Paulo.
"Tiene una calidad t¨¦cnica impresionante y es muy corpulento", afirma Cesc, ex compa?ero suyo en el Arsenal. "Es espectacular f¨ªsica y t¨¦cnicamente", a?ade otro, Reyes. El club ingl¨¦s pag¨® en 2001 nueve millones de euros al Corinthians, en el que Edu hab¨ªa ganado las Ligas brasile?as de 1998 y 1999 y el Mundialito de clubes en 2000. En Highbury conquist¨® los campeonatos de 2002 y 2004, form¨® pareja con Vieira y se vio relegado luego por Cesc. "En Inglaterra he aprendido la velocidad del juego y la pelea. La Liga espa?ola es mejor para el estilo de los brasile?os", explica Edu. Maci¨¤ destaca ante todo su regularidad: "No tiene altibajos. Posee una gran facilidad para distribuir, rapidez mental y envergadura".
Ante la lesi¨®n fantasma de Baraja, Quique ha empleado a Edu en el centro, junto a Albelda, aunque tambi¨¦n puede jugar por la izquierda. El t¨¦cnico deber¨¢ decidir entre el tr¨ªo de medios una vez recuperado Baraja. Los m¨¦dicos cambiar¨¢n el tratamiento a ¨¦ste si no se recobra en los pr¨®ximos d¨ªas. Mientras tanto, Edu trata de agilizar su nacionalizaci¨®n portuguesa, por uno de sus abuelos, para no ocupar plaza de extracomunitario. La competencia est¨¢ servida.
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