Sobreviven los 309 ocupantes de un avi¨®n que se incendi¨® al aterrizar en Toronto

Lo que parec¨ªa en principio una nueva tragedia de la aviaci¨®n comercial qued¨® en un gran susto. Un avi¨®n de Air France quedaba envuelto en llamas pasadas las cuatro de la tarde (las diez de la noche en la Espa?a peninsular) cuando aterrizaba en el aeropuerto internacional de Toronto (Canad¨¢), procedente de Par¨ªs. A bordo del Airbus 340 viajaban 309 personas, seg¨²n inform¨® Steve Shaw, responsable del aeropuerto. Todos salvaron la vida.

Tan s¨®lo 24 pasajeros resultaron "heridos leves". En el avi¨®n viajaban 297 pasajeros y 12 miembros de la tripulaci¨®n. Shaw no quiso especular sobre las causas del accidente y puntualiz¨® que no pod¨ªa confirmar al 100% los hechos que relataba. Pero todo apuntaba a la fuerte tormenta de lluvia y rayos que ca¨ªa en la zona en ese momento. Un testigo presencial asegur¨® haber visto c¨®mo un rayo alcanz¨® al avi¨®n antes de salirse de la pista y acabar clavado en una hondonada a 200 metros.

El aeropuerto se encontraba en "alerta roja" debido a las p¨¦simas condiciones meteorol¨®gicas, inform¨® Shaw, por eso no hab¨ªa personal de tierra en la pista cuando el avi¨®n ardi¨®. Todos los pasajeros fueron evacuados inmediatamente y trasladados a hospitales cercanos, prosigui¨® el responsable aeroportuario.

Cuando todo eran inc¨®gnitas y se tem¨ªa lo peor debido a los relatos de testigos presenciales que vieron al avi¨®n "partirse en dos" y "convertirse en una gran bola de fuego", informaba Corey Marks a la CNN, comenzaron a llegar informaciones de supervivientes. Fue el caso de una mujer, que logr¨® bajar por su propio pie del aparato y llamar a su marido para relatarle que "el avi¨®n descendi¨® de repente y tocamos tierra en un gran impacto". Roel Bremen informaba a la cadena estadounidense que "tras saltar del avi¨®n, descalzo, vi c¨®mo todo se convert¨ªa en llamas". "Entonces corr¨ª, corr¨ª todo lo que puede". Bremen declaro adem¨¢s que tuvieron un buen aterrizaje. "La gente aplaudi¨® y luego pas¨® todo". Con acento franc¨¦s y una calma digna de medalla, Olivier Dubos, pasajero franc¨¦s residente en Toronto y desde hoy superviviente del vuelo 358 procedente del aeropuerto Charles de Gaulle de Par¨ªs contaba lo sucedido a la CNN: "Segundos antes de aterrizar descendimos bruscamente y se apagaron las luces, pero pensamos que era debido a la tormenta". Lo siguiente, abandonar el avi¨®n a toda prisa antes de ser alcanzados por las llamas.

En opini¨®n de otra superviviente, la tragedia se evit¨® en gran medida "debido a la profesionalidad de la tripulaci¨®n". El Airbus derrap¨® en al pista de aterrizaje, posiblemente debido a la gran acumulaci¨®n de agua. Ese era el relato de Dubos, que iba sentado en la ¨²ltima fila del avi¨®n.