Redondeo al cuadrado

Una regla fundamental en la llamada econom¨ªa de mercado es que los ciudadanos deben pagar por los servicios que obtienen; ni m¨¢s, ni menos. Por eso, cuando una empresa recurre al redondeo, es decir, a cobrar por una cantidad de servicio que realmente no ha prestado, contraviene un principio b¨¢sico del mercado y, por supuesto, perjudica al consumidor.

La decisi¨®n de Telef¨®nica de redondear al alza el tiempo que factura a los usuarios del tel¨¦fono m¨®vil a sus clientes con contrato -a partir del primer minuto cobrar¨¢ por paquetes de 30 segundos, los haya gastado o no el autor de la llamada- es una medida claramente abusiva, puesto que se ha tomado en el silencio informativo que suele acompa?ar las vacaciones de verano y, adem¨¢s, un retroceso sobre el sistema de tarificaci¨®n anterior, que, al menos a los clientes en r¨¦gimen de contrato, cobraba el servicio en segundos a partir del primer minuto. Este redondeo al cuadrado, puesto que la compa?¨ªa ya cobra el primer minuto aunque se hable menos de ese tiempo, es una decisi¨®n irritante para el consumidor, que no entiende por qu¨¦ el redondeo se extiende en lugar de reducirse, como ser¨ªa lo razonable.

Es verdad que Telef¨®nica no ha inventado nada. De hecho, ya redondeaba la tarifa a medio minuto a los clientes que utilizan tarjetas de prepago; y su competidor Vodafone utiliza para todos sus clientes tan perniciosa (para los consumidores, claro) tarificaci¨®n. Una cuesti¨®n pertinente ahora es preguntarse si los usuarios del tel¨¦fono m¨®vil est¨¢n informados del redondeo que pagan en sus recibos; la respuesta m¨¢s probable es que muy pocos sean conscientes de ello.

El argumento del Gobierno y la Comisi¨®n del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) de que las tarifas del m¨®vil est¨¢n liberalizadas sirve m¨¢s para quitarse el muerto de encima que para resolver el problema de fondo. Porque la libertad para fijar precios en nada presupone que en su determinaci¨®n no puedan cometerse actos abusivos. Como lo demuestra el hecho de que pr¨¢cticas similares -aparcamientos o hipotecas- hayan recibido varapalos legales en los tribunales de justicia. Si los precios de la llamada a trav¨¦s de m¨®viles bajan porque a cambio se cobran minutos no consumidos, la liberalizaci¨®n ser¨ªa un fraude.