Provocaci¨®n

De las tres pel¨ªculas que rod¨® el bul¨ªmico, compulsivo Rainer W. Fassbinder en 1978, tal vez ninguna es m¨¢s brutal y directa que esta Un a?o con trece lunas, uno de los t¨ªtulos m¨¢s provocadores, chocantes e inteligentes de su apasionada filmograf¨ªa. Que el redescubrimiento de su obra, v¨ªa DVD y ahora tambi¨¦n en pantalla grande, es una de las noticias de este verano est¨¢ fuera de duda; tambi¨¦n, que el contenido mod¨¦licamente pol¨¦mico de sus propuestas sigue ah¨ª, interrog¨¢ndonos, increp¨¢ndonos con la misma fuerza que entonces.

Tiene Un a?o..., terrible peripecia de un transexual (Spengler) que se emascula por amor, s¨®lo para recibir la indiferencia de su objeto de deseo, las hechuras de un discurso sobre la marginalidad autoasumida, pero tambi¨¦n, y sobre todo, sobre la angustia y la incomprensi¨®n que vive aquel cuya sexualidad escapa a la comodidad de la norma. Tiene, tambi¨¦n, la orgullosa independencia de no contar la historia desde la conmiseraci¨®n, sino exponi¨¦ndola con la limpieza y la fr¨ªa crueldad con que un carnicero ejecuta a una res. Y tiene, igualmente, otra cosa casi perdida en el cine de autor que hoy se nos sirve en los cines: la capacidad revulsiva de provocar discusi¨®n, pol¨¦mica, angustia...