Como un dado

Cuando hacemos avanzar sobre el suelo un dado, en base a irlo girando, gana altura y energ¨ªa potencial cuando se apoya sobre una arista y las pierde cuando cae sobre una de sus caras. Este argumento no es m¨¢s que un modelo, que intenta explicar algunas caracter¨ªsticas del desplazamiento en la marcha, de manera que el apoyo de la arista corresponder¨ªa al de un solo pie (cuando el marchador se encuentra en su vertical) y la ca¨ªda de la cara del dado sobre el suelo se relacionar¨ªa con el apoyo de ambos pies, que se producir¨ªa instantes despu¨¦s.

Si hacemos girar el dado cada vez m¨¢s r¨¢pido en su desplazamiento llega un momento en el que pierde contacto con el suelo, pues igual que sucede en el marchador, salvo fuerza de la gravedad, nada les mantiene unidos al suelo. Podemos imaginar un dado de dimensiones aproximadas a las del deportista, de manera que cuando se apoya en sus aristas tenga su centro de gravedad, aproximadamente a 0,9 metros del suelo. Esta es la longitud que puede tener la extremidad inferior de un marchador, considerando que su centro de gravedad no estar¨¢ muy por encima de sus caderas.

Aqu¨ª el modelo del dado falla, porque se ha calculado que la velocidad cr¨ªtica a la que perder¨ªa contacto con el suelo ser¨ªa cercana a los 11 km/hora. Para obtener una buena marca en la prueba de los 20 km, el atleta debe desplazarse a una velocidad superior a los 15 km/hora y seg¨²n el modelo del dado tendr¨ªa fase de vuelo y por lo tanto estar¨ªa corriendo, extremo que no permite el reglamento. Adem¨¢s hay que tener en cuenta que, una vez sobrepasada la velocidad aproximada de 8 km/hora, seguir caminando es menos econ¨®mico que desplazarse corriendo.

A las velocidades que se emplean en los 20 km, los marchadores avanzan en torno a 1,3 metros en cada paso (que es el doble de la amplitud que puede tener una persona adulta caminando a velocidad c¨®moda) y completan algo m¨¢s de 3 pasos en cada segundo (frente a 1,4 cuando caminamos c¨®modamente). A estas velocidades hay que apurar mucho la t¨¦cnica. La fase de doble apoyo debe durar lo m¨ªnimo posible (cuando caminamos dura aproximadamente un 10% del tiempo), pues de lo contrario el atleta perder¨¢ amplitud en el paso. Pero esta fase no puede desaparecer, pues en ese caso estar¨ªa corriendo y no caminando. Este es el dif¨ªcil equilibrio que deben mantener los marchadores, a pesar de la fatiga, que se ir¨¢ acumulando durante la prueba.

La suerte est¨¢ echada y Paquillo llega en forma al mundial. Una buena t¨¦cnica permite a los marchadores de ¨¦lite como ¨¦l, avanzar a altas velocidades sin que los jueces de la prueba aprecien que exista fase de vuelo, pues si incurrieran en ese extremo ser¨ªan descalificados.

Xavier Aguado J¨®dar es Biomec¨¢nico de la Facultad de Ciencias del Deporte, Universidad de Castilla-La Mancha.