Dos 'ertzainas' denuncian que un mando impidi¨® la detenci¨®n de un grupo violento

Dos ertzainas han denunciado que la actitud "obstruccionista" del jefe de seguridad de los Juzgados en Euskadi, un mando de la Ertzaintza dependiente del Departamento de Justicia, impidi¨® la detenci¨®n en febrero de un grupo de kale borroka que atac¨® el juzgado de Bergara (Guip¨²zcoa). La vigilante de seguridad avis¨® de lo sucedido a la Ertzaintza, pero luego, por orden de su superior, impidi¨® a los agentes entrar al juzgado para revisar las grabaciones de v¨ªdeo donde hab¨ªa quedado registrado el ataque. El jefe de seguridad acus¨® a los ertzainas de incumplir el protocolo y de allanamiento. Los agentes, tras revisar las cintas tres horas y media despu¨¦s, dijeron que "de haber podido visionar inmediatamente los v¨ªdeos del ataque" hubiese existido un "alto n¨²mero de probabilidades de haber procedido a la identificaci¨®n y detenci¨®n" de los autores.

Incluso cuando los operativos de la Ertzaintza funcionan o las patrullas llegan a tiempo para atajar los actos de kale borroka, determinados protocolos terminan por hacer imposible las detenciones de los atacantes. Es lo que ocurri¨® el 8 de febrero en Bergara, seg¨²n los dos informes realizados por dos ertzainas de la comisar¨ªa de dicha localidad, remitidos a la jefatura de la misma.

Seg¨²n ambos documentos, a los que ha tenido acceso este peri¨®dico, una vigilante de seguridad privada de dicho juzgado inform¨® a las 22.50 de ese d¨ªa de que un grupo de j¨®venes estaba tirando piedras al edificio. La respuesta de la Ertzaintza fue inmediata. En apenas dos minutos lleg¨® la primera patrulla y, despu¨¦s, otros agentes de seguridad ciudadana y no uniformados hasta un total de siete, dos de paisano.

La sorpresa de los agentes denunciantes fue que a las 23.00, al acudir al juzgado para poder ver las grabaciones de las c¨¢maras de seguridad con que cuenta el Palacio de Justicia, la misma vigilante que hab¨ªa informado del ataque les indic¨® que "ten¨ªa ¨®rdenes de no permitir el acceso al puesto de control de c¨¢maras y mucho menos el visionado de las grabaciones". Los agentes le respondieron que conoc¨ªan el protocolo establecido para el visionado de las cintas, pero que de lo que se trataba entonces era de "descubrir a los autores del delito que acababa de cometerse". Y le dijeron: "No se puede perder el tiempo con formalismos".

Delito de desobediencia

Pese a explicarle que tanto la ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como la Ley de Seguridad Privada obliga a los vigilantes a "auxiliar y prestar colaboraci¨®n" a las polic¨ªas y a "seguir sus instrucciones" y que se le pod¨ªa imputar un delito de desobediencia grave, la vigilante no cambi¨® su actitud.

A las 23.20, el superior inmediato de la vigilante inform¨® a la Ertzaintza de que el jefe de seguridad de los juzgados vascos, Carlos Segurajauregui, no permit¨ªa ver las grabaciones. Ocho minutos despu¨¦s, el propio Segurajauregui, mando de la Ertzaintza aunque dependiente de la Consejer¨ªa de Justicia, telefone¨® a uno de los ertzainas del operativo para decirle que "seg¨²n la Ley de Videovigilancia" estaban "incumpliendo el protocolo" y que si no abandonaban el juzgado "estar¨ªan incurriendo en un allanamiento".

Y antes de cortar la comunicaci¨®n, le espet¨®: "Si no conocen las leyes pueden ir a Erandio [sede de la principal comisar¨ªa de la Ertzaintza] a aprenderlas". "En vista de la demora ocasionada por la actitud obstruccionista de la vigilante y sus responsables, la patrulla estim¨® est¨¦ril mantener el dispositivo policial en las proximidades del Palacio de Justicia", dice el informe, realizado el 11 de febrero.

Sobre la una de la ma?ana, Segurajauregui acudi¨® a la comisar¨ªa de Bergara para entrevistarse con el jefe de operaciones y dio instrucciones para que se facilitase una copia de las grabaciones. Tres horas y media despu¨¦s de la primera denuncia del ataque, la vigilante entreg¨® a los investigadores la grabaci¨®n. Las im¨¢genes recog¨ªan con claridad el ataque cometido por cuatro varones (uno de ellos zurdo) y una mujer encapuchados, grupo que "seguramente proced¨ªa y se refugi¨® en el gaztetxe" [local juvenil] de la localidad.

En su segundo informe, fechado el 20 de abril, y tras analizar otras im¨¢genes, los mismos dos agentes "refuerzan su [primera] valoraci¨®n" de que pod¨ªan haber detenido a los autores de haber visto los v¨ªdeos a tiempo. Tras un incidente similar ocurrido en ese mismo juzgado de Bergara el pasado 25 de mayo, el Gobierno vasco calific¨® la actuaci¨®n de "correcta, legal y ajustada al protocolo".