El 'factor Webb'
Arturo Casado, feliz por su puesto, aunque reconoce que estaba "demasiado atr¨¢s" cuando atac¨® el estadounidense
Alan Webb es un atleta de 22 a?os bajito y cabez¨®n que salt¨® a las p¨¢ginas de los peri¨®dicos especializados de Estados Unidos cuando bati¨® el r¨¦cord escolar de la milla de Jim Ryun. Fuera de su pa¨ªs, el mundillo del atletismo le conoci¨® un poco mejor el a?o pasado, cuando, a pesar de sus grandes marcas en las reuniones, lleg¨® a los Juegos Ol¨ªmpicos y exhibi¨® un absoluto desconocimiento de las leyes t¨¢cticas. Resumi¨® su fracaso con una sola palabra repetida tres veces. "Soy est¨²pido, est¨²pido, est¨²pido", dijo; "no volver¨¦ a repetir estos errores". Lo que, en el fondo, y as¨ª lo interpretaron los sabios, significaba s¨®lo una cosa: no sabemos si volver¨¢ a correr mal, pero seguro que se har¨¢ notar en las carreras de los Mundiales, que en el fondo es lo que le gusta. Esta afirmaci¨®n constituye la base del factor Webb, del peso desmesurado del norteamericano en cuantas carreras participa. Tambi¨¦n, ayer.
Est¨¦vez: "Cuando he visto que no ten¨ªa fuerzas, lo mismo me daba un puesto que otro"
Este factor lo conoc¨ªan todos los participantes, lo esperaban. Tambi¨¦n los espa?oles. Todos sab¨ªan lo que iba a pasar. Ninguno estaba preparado para ese momento. Quiz¨¢s porque el propio Webb se supera en desmesura en cada una de sus intervenciones. Quiz¨¢s porque ni ¨¦l mismo se esperaba la violencia brutal de su ataque a falta de 600 metros, cuando en dos zancadas se puso cinco metros por delante de un at¨®nito Est¨¦vez.
Ante el factor Webb cada uno de los tres espa?oles reaccion¨® de manera distinta. Ninguna de ellas plenamente satisfactoria para ellos mismos.
Arturo Casado, el chico del futuro, acab¨® quinto. Acab¨® feliz, pero... "Muy contento", dijo; "estoy muy contento. Ser quinto en un primer Mundial no est¨¢ nada mal, ?no? Lo que pasa es que..." Casado tiene 22 a?os y luce una figura imponente, seria, sobria, sin palabras de m¨¢s. Hay que hurgarle un poco para que entre en los terrenos que prefiere no tocar. "Lo que pasa es que, s¨ª, estaba descolocado cuando el ataque de Webb. Estaba m¨¢s atr¨¢s de lo que deb¨ªa", dijo; "fue un cambio brutal que ¨¦l mismo ha terminado pagando. Y, s¨ª, si me hubiera pillado m¨¢s cerca, no habr¨ªa gastado tanto para recuperar y, s¨ª, quiz¨¢s en la ¨²ltima recta podr¨ªa haber estado m¨¢s cerca de las medallas. Pero en todas las carreras se cometen errores. Lo importante es sacar conclusiones de ellos, aprender, y, claro, estar ah¨ª".
Seguir estando ah¨ª. Casado es un hombre que no pierde el pulso por lo que se diga, por lo que se escriba de ¨¦l. Es un hombre de futuro, un hombre con un plan, que sabe que proviene de un pasado, que tiene que estar a la altura de la historia del mediofondo espa?ol. "Lo importante es no romper la tradici¨®n", dijo; "y estoy yo, pero tambi¨¦n est¨¢ ?lvaro Fern¨¢ndez, y tambi¨¦n estar¨¢ muy pronto el juvenil ?lvaro Rodr¨ªguez, que viene de Valladolid". Casado, que sabe d¨®nde pisa pese a que medio mundo, y sobre todo los brit¨¢nicos, se ha vuelto loco vi¨¦ndole correr, que no piensa desviarse ni un mil¨ªmetro de su camino, de la hoja de ruta escrita por su entrenador, Arturo Mart¨ªn, ya s¨®lo piensa en las vacaciones. Para 2006 ya le llegar¨¢ el tiempo de lograr una gran marca, de dejar su huella en los Europeos de Gotemburgo.
"Cre¨ª que el de Webb era el tren de las medallas", dijo Reyes Est¨¦vez, que se enganch¨® al acelerado ritmo del norteamericano y lo sigui¨® hasta reventar: "Lo esperaba, esperaba que se moviera, pero fue muy brusco". Aunque s¨®lo tenga 29 a?os, Est¨¦vez, presencia fija en casi todas las finales del decenio, ya ha entrado en la fase de hablar m¨¢s del pasado que del presente, ya parece m¨¢s figurante que protagonista. "Esperaba que apareciera Est¨¦vez al final", dijo el luso Rui Silva, quien repiti¨® el bronce ol¨ªmpico, quien se qued¨® a un pelo de la plata; "me sorprendi¨® no verlo".
No; Est¨¦vez, no estaba all¨ª. Est¨¦vez, que hasta el inicio de la curva del 200 hab¨ªa marchado all¨ª, desencadenado con todos, estaba muy lejos, descorazonado, sin ¨¢nimos para correr deprisa. "Cuando me han pasado en la ¨²ltima curva Silva y Heshko, me he venido abajo", dijo; "no iba c¨®modo. Y, cuando he visto que no ten¨ªa fuerzas para estar con ellos, con los mejores, no me ve¨ªa ni con ganas, no he querido ni luchar. Que lo mismo me daba un puesto u otro, que lo mismo me daba ser finalista [entrar entre los primeros ocho]... Ya soy un atleta con medallas en los Mundiales
[bronce en el 97 y en el 99]. Ten¨ªa ilusi¨®n, y m¨¢s que con rabia me voy con decepci¨®n". Est¨¦vez acab¨® und¨¦cimo y pen¨²ltimo, dos puestos m¨¢s atr¨¢s que el suicida Webb, a quien su propio ataque conden¨®.
Juan Carlos Higuero, que daba palmas con las orejas por su sexto puesto -sexto tres veces en Helsinki: series, semifinal, final- ya tiene 27 a?os, pero parece que tiene 22, ni pasado, ni futuro, puro presente. El chico de Aranda nunca ha sido medallista en unos Mundiales, por lo que pele¨® hasta el final por ser finalista. Y estaba orgulloso. "Pese a que lo esperaba, me sorprendi¨® Webb, como a todos", dijo Higuero; "esperaba que fuera m¨¢s progresivo su aceler¨®n y me descoloqu¨¦. Pero luego creo que he reaccionado muy bien".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.