La locura de la lanza
Ante unos grader¨ªos a reventar, el finland¨¦s Pitkamaki no est¨¢ a la altura de la historia de la jabalina y ve el triunfo del estonio Varnik
![Carlos Arribas](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe3f9d365-91a0-4554-a5c4-70f3bf1ea029.png?auth=e6426bc0be73ca7a1a032b8f3a5a8f5479303facc987fc5270aa197eb094c06b&width=100&height=100&smart=true)
Helsinki es una ciudad aislada. El temporal ha obligado a interrumpir el tr¨¢fico de los ferries por el mar. Al otro lado del golfo de Finlandia, en Tallin, un helic¨®ptero de la l¨ªnea regular con la capital de Estonia cay¨® al mar nada m¨¢s despegar: sin rastro de los 12 pasajeros y los dos tripulantes. En los parques, el viento arranca ¨¢rboles de cuajo. En las calles, los bomberos se afanan combatiendo las inundaciones provocadas por la lluvia torrencial. En el viejo estadio Ol¨ªmpico, inundado el tart¨¢n, encharcada la hierba, bajo la lluvia incansable la competici¨®n sigue como si nada. De hecho, el viejo recinto, que s¨®lo cuenta con un par de tribunas cubiertas, est¨¢ lleno a reventar. Sobre los viejos bancos de madera empapados, azotados por el fr¨ªo viento ¨¢rtico, miles de imp¨¢vidos espectadores rebozados en coloridos pl¨¢sticos que han llegado a pagar hasta 300 euros por entrada, no abandonar¨ªan su grada por nada. Es mi¨¦rcoles, hay competici¨®n de jabalina.
Al menos, en la derrota, los espectadores no tuvieron que aplaudir a un noruego
Un freudiano se frotar¨ªa las manos si le encargaran un estudio para explicar el inexplicable amor del pueblo finland¨¦s por los lanzamientos de jabalina, pero no es all¨ª, en el subconsciente, en el eros profundo, donde habr¨ªa que buscar. M¨¢s bien, en la historia, en el orgullo nacional.
Si la estatua que franquea el paso al estadio es la de Paavo Nurmi, el primer h¨¦roe de la Finlandia independiente, de la posguerra civil, que fue un corredor de fondo, la torre blanca, esbelta, una de las se?as de identidad del skyline de Helsinki, mide exactamente 71 metros y 72 cent¨ªmetros, la marca con la que Matti Jarvinen gan¨® en 1932 la competici¨®n de jabalina de los Juegos de Los ?ngeles.
Y Jarvinen, un gigante, fue el segundo gran h¨¦roe del atletismo finland¨¦s, el heredero de los finlandeses voladores de los a?os 20. Y despu¨¦s de Jarvinen lanzaron Yrjo Nikkanen, Pauli Nevala, Heli Rantanen, Arko Harkonen, Sepo Raty, Aki Parviainen... Y en total, entre los lanzadores y las lanzadoras, han conseguido nueve oros ol¨ªmpicos para Finlandia. Por si esto fuera poco, d¨ªas antes del comienzo de estos Campeonatos del Mundo, Finlandia descubri¨® que ten¨ªa un nuevo h¨¦roe gigante con una lanza en la mano.
Tero Pitkamaki, moreno, enorme, 22 a?os, lanz¨® a finales de junio a m¨¢s de 91 metros, una distancia que ya se alcanza pocas veces. Y no s¨®lo eso: Pitkamaki, con su estilo arrojado, brillante, ha derrotado en las ¨²ltimas reuniones al gran rival regional, al noruego Andreas Thorkildsen, campe¨®n ol¨ªmpico en Atenas.
Ante tan espectacular men¨², Tero contra Andreas, unos Mundiales en juego y en Helsinki, bajo la torre blanca de Jarvinen, era imposible que, pasara lo que pasara en el exterior, as¨ª se desencadenara la tercera guerra mundial, el estadio no se llenara, no crujiera bajo el peso de los gritos, del estruendo, de la emoci¨®n.
Pero hubo tanta expectaci¨®n, tanta presi¨®n, tanta historia cargando de peso su lanza que Pitkamaki, el h¨¦roe moderno, hermoso, el gigante de 1,98 metros, sucumbi¨®: 81,27 metros. Ni siquiera toc¨® el podio: fue cuarto.
Al menos, en la derrota, el orgulloso pueblo finland¨¦s no tuvo que aplaudir al campe¨®n de la vecina Noruega, pues el campe¨®n ol¨ªmpico Thorkildsen acab¨® el segundo con 86,18 metros. El h¨¦roe finalmente lleg¨® precisamente del otro lado del golfo de Finlandia, de las mismas fr¨ªas aguas del B¨¢ltico. Gan¨®, con un lanzamiento de 87,17 metros, Andrus Varnik, un robusto estonio de 1,82 metros de estatura y 100 kilos de peso que hace dos a?os, en el turno de Par¨ªs, ya hab¨ªa sido el segundo.
![Andrus Varnik explota de alegr¨ªa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2B436TCGFVX2EHYZEALZ6GUA4I.jpg?auth=0716c49ff1a21353be5ab5091a2c15aa12e242abab8628b35749f1c4d6710fab&width=414)
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