Manolo V¨¢zquez, un artista, un gran maestro

El torero Manolo V¨¢zquez (Sevilla, agosto de 1930) ha muerto sin ver cumplido su m¨¢s ¨²ltimo deseo: asistir a la inauguraci¨®n del monumento a su figura que, por iniciativa de un grupo de aficionados sevillanos y con el benepl¨¢cito del Ayuntamiento, se erigir¨¢ en los aleda?os de la plaza de la Real Maestranza, junto al que ya recuerda a su hermano Pepe Luis.

El propio torero acudi¨® personalmente, hace poco m¨¢s de un mes, a la ¨²ltima reuni¨®n de la comisi¨®n organizadora, y aprob¨® el proyecto, al que dar¨¢ forma el escultor sevillano ?lvarez Duarte, y que recordar¨¢ en bronce la insigne maestr¨ªa de este torero sevillano.

La premura de tiempo y los inevitables tr¨¢mites burocr¨¢ticos han impedido que Manolo V¨¢zquez viviera un momento de ¨²ltima alegr¨ªa cuando la enfermedad hab¨ªa mermado ya sus fuerzas. Pero quedar¨¢, m¨¢s pronto que tarde, el monumento, y permanecer¨¢ para siempre la huella de un artista de la tauromaquia que "resucit¨®" para la fiesta de los toros a los 51 a?os y dej¨® escritas algunas de las p¨¢ginas m¨¢s bellas del arte del toreo.

All¨¢ por el a?o 1981 comienzan los rumores de la reaparici¨®n de un hermano del insigne Pepe Luis V¨¢zquez, llamado Manolo, que se hab¨ªa retirado por segunda vez en 1968 y que, a causa de lesiones y cogidas, hab¨ªa dejado la miel en los labios de la afici¨®n.

Maduro ya, enfundado en un traje de esperanza y ante la mirada incr¨¦dula de miles de sevillanos, el 18 de abril de ese a?o se planta en la puerta de cuadrillas de la Real Maestranza para dar la alternativa a su sobrino Pepe Luis, en presencia de Curro Romero.

Qued¨® claro aquel d¨ªa que Manolo V¨¢zquez no ven¨ªa de recogida. Qued¨® claro que reten¨ªa en sus mu?ecas una concepci¨®n honda, pura y sevillan¨ªsima del arte del toreo. D¨ªas despu¨¦s, la tarde del Corpus, enloqueci¨® a la afici¨®n, que se lo llev¨® a hombros por la Puerta del Pr¨ªncipe.

Hab¨ªa nacido un nuevo ¨ªdolo y Sevilla lo adopt¨® como hijo predilecto de la torer¨ªa.

Aquella temporada de 1981 mat¨® en 21 corridas, y 19 al a?o siguiente, el de su retirada definitiva, que se produjo el 12 de octubre en Sevilla, en un mano a mano con Anto?ete.

La imagen de Manolo V¨¢zquez traspasando la Puerta del Pr¨ªncipe a hombros de una afici¨®n enfervorizada ha quedado para siempre en los anales de la tauromaquia.

Lo de menos, quiz¨¢, fueron las cuatro orejas que cort¨®. Lo que se recuerda es la transfiguraci¨®n de un torero que fue capaz de protagonizar una tarde sublime. El toreo a la ver¨®nica y, especialmente, el toreo de frente alcanzaron cotas de brillantez dif¨ªcilmente repetibles.

Se retir¨® un artista, un gran maestro, que recibi¨® tan merecido t¨ªtulo en plena madurez, despu¨¦s de una carrera corta, plagada de percances.

Hab¨ªa nacido Manolo V¨¢zquez en el sevillano barrio de San Bernardo, en el seno de una familia de raigambre taurina.

Debut¨® con picadores en Ciudad Real el 11 de julio de 1948. Su primer pase¨ªllo en Las Ventas fue el 4 de junio de 1950 y cort¨® una oreja. Siete d¨ªas m¨¢s tarde repiti¨® en la misma plaza y sali¨® a hombros por la puerta grande.

Al a?o siguiente, el 6 de octubre de 1951, toma la alternativa en Sevilla de la mano de su hermano Pepe Luis y con Antonio Bienvenida como testigo. Se retira por primera vez en 1965, reaparece en 1968 y esa misma temporada vuelve a colgar el traje de luces.

Manolo V¨¢zquez ser¨¢ recordado como una se?a de identidad del toreo artista de la segunda mitad del siglo XX. Tras su retirada definitiva sigui¨® muy ligado a la fiesta de los toros como presidente de la Fundaci¨®n Andaluza de Tauromaquia, y desgran¨® sus conocimientos en multitud de jornadas taurinas.

Fue galardonado con la Medalla de Oro a las Bellas Artes y, en 1997, la Junta de Andaluc¨ªa le concedi¨® la Medalla de Oro de la Comunidad.

Ha muerto Manolo V¨¢zquez pocos d¨ªas antes de cumplir 75 a?os. Ha muerto un torero con may¨²sculas. Ha muerto un artista que, en plena madurez, pudo demostrar que el arte m¨¢s excelso es posible en la fiesta de los toros.

La afici¨®n no lo olvidar¨¢, porque no se olvida a quien es capaz de emocionar con la fuerza y el sentimiento que desparram¨® Manolo V¨¢zquez.

Ayer, la Maestranza de Sevilla guard¨® un minuto de sobrecogido silencio en memoria del torero fallecido. Un instante eterno de emoci¨®n recorri¨® la plaza entera, como en aquellas tardes de triunfo que protagoniz¨® quien ya forma parte de la gloria taurina.