Jap¨®n pide perd¨®n por el da?o causado en la II Guerra Mundial
Manifestaciones antijaponesas en el 60? aniversario del fin del conflicto
En una nota conciliadora con motivo del 60? aniversario del final de la II Guerra Mundial, el primer ministro de Jap¨®n, Junichiro Koizumi, reiter¨® ayer sus disculpas por "el tremendo da?o y sufrimiento" causado por la agresi¨®n militar de su pa¨ªs en el pasado y prometi¨® que no volver¨¢ a ocurrir. Pero otros incidentes dentro y fuera del pa¨ªs mostraron la extraordinaria divisi¨®n que persiste en Asia sobre el papel de Jap¨®n durante la guerra.
En contraste con la relaci¨®n cordial de la que goza Alemania con el resto de Europa, muchos de los pa¨ªses asi¨¢ticos ocupados durante la guerra siguen culpando a Jap¨®n de no haberles compensado totalmente por sus acciones. El domingo y ayer -fecha en la que el Emperador Hirohito pidi¨® hace 60 a?os en un mensaje radiof¨®nico a sus ciudadanos "soportar lo insoportable" y aceptar la derrota- grupos de manifestantes antijaponeses se reunieron en Hong Kong, Se¨²l, Manila y Taipei. Las autoridades chinas aumentaron la seguridad frente a las misiones diplom¨¢ticas en Pek¨ªn y Shangai. Grupos de ciudadanos de ambas Coreas se unieron para formular demandas de compensaciones y denunciar lo que describieron como manipulaciones japonesas de la historia y el renacimiento del nacionalismo.
Los cr¨ªticos hacia Jap¨®n denuncian el auge de un movimiento que se propone revisar la historia que figura en los libros escolares y suavizar el papel de Tokio durante la guerra, en la que murieron millones de personas en Asia, incluidos tres millones japoneses. Pol¨ªticos del partido en el poder en Jap¨®n tambi¨¦n est¨¢n a favor de rectificar la constituci¨®n adoptada tras la guerra y seg¨²n la cual Jap¨®n renuncia a su derecho a tener su propio ej¨¦rcito.
El santuario de Yasukumi
Koizumi se ha convertido en el blanco de una multitud de cr¨ªticas en el continente asi¨¢tico por su visita anual al santuario de Yasukuni, en Tokio, que honra a los militares muertos por la patria, incluyendo a criminales de guerra condenados. Algunos pol¨ªticos conservadores han alentado a Koizumi a tomar posici¨®n en contra de las intromisiones extranjeras y visitar el santuario en la fecha del aniversario. Pero el primer ministro, con la vista puesta en las elecciones de septiembre, se neg¨®. Prefiri¨® atender una ceremonia solemne en la sala de artes marciales de Tokio con el Emperador Akihito para honrar a los muertos durante la guerra. En su discurso frente al Emperador, Koizumi no us¨® la palabra "disculpas". Sin embargo, en un comunicado escrito hecho p¨²blico horas antes, dijo: "Jap¨®n caus¨® tremendo da?o y sufrimiento a muchos pa¨ªses, especialmente a las poblaciones de Asia, con su colonizaci¨®n y su agresi¨®n. Aceptando humildemente este hecho de la historia, expresamos de nuevo nuestro profundo remordimiento y sentidas disculpas".
Yasukuni -que tambi¨¦n alberga un museo de guerra revisionista que celebra el pasado militar de Jap¨®n- atrajo ayer a m¨¢s de 100.000 visitantes. Bajo un sol veraniego abrazador, grupos de japoneses -algunos vestidos con viejos uniformes de la segunda Guerra Mundial y agitando banderas imperiales- entonaron viejas canciones militares y recordaron los tiempos en los que Jap¨®n era un poder militar en auge. Al menos 47 parlamentarios y dos miembros del Gabinete de Koizumi visitaron el santuario. Seg¨²n un sondeo publicado ayer por el peri¨®dico Mainichi, el 43% de los japoneses opina que la guerra estuvo mal, 29% piensa que fue "inevitable" y el 26% est¨¢ indeciso.
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